2012/10/17

2012-10-17 Hasta aquí llegaron las aventuras viajeras

Cambio. Hemos dejado de viajar de forma constante. El cambio, la decisión de cambiar nos ha llegado de forma natural, espontánea e inesperada. El entusiasmo que nos causa enseñar lo que sabemos de yoga es lo que ha propiciado la suavidad con la que se ha producido el cambio.  
El viaje comenzó allá hacia abril de 2010, cuando decidí que iba a dejar el trabajo en la oficina de la forja, para preparar un viaje a la India donde llegaríamos con el principal objetivo de beber más del yoga. En noviembre de ese mismo año volamos hasta el país de las mil definiciones. En diciembre nos formamos como profesores de yoga. 
El viaje por diferentes países de Asia se prolongó casi sin querer; fue tan sencillo como deslizarse por unos toboganes de mantequilla no demasiado inclinados. Cuando iba a cumplirse un año de nuestra llegada a aquellas tierras del este, optamos por hacer la ruta de regreso, pero no hacia un regreso total, pues teníamos claro que no queríamos volver a tener la misma vida que teníamos antes. Nos aterraba la idea de volver a caer en los mismos roles, de olvidarnos de vivir la vida, de dejarnos atrapar por las tantas comodidades, por el consumo, por la falta de conciencia.
Así que tras pasar un par de meses con la familia, estábamos "On the Road Again". Esta vez fue una ruta sobre ruedas y junto a nuestro gran peque "Hulk". Nos dio por ir a conocer diferentes proyectos de vida, diversas gentes con diversas perspectivas hacia la vida. Cerca de casa encontramos tesoros que quizá no hubiésemos encontrado si no hubiéramos comenzado el viaje tiempo atrás. Y es que junto el viaje exterior también había empezado un viaje interior que abriría en nuestras mentes nuevos territorios inexplorados, nuevas maneras de entender la vida, pequeñas consciencias puntuales que harían que cambiase nuestra consciencia en un nivel más general. 
Y ahora, el momento de parar, nos ofrece un espacio donde poder llevar a cabo todas esas cosas que no era posible realizar cuando estábamos rodando. Ahora sabemos escuchar a nuestro interior y hacerle caso. Bueno, o por lo menos, esa es nuestra intención. Tomar decisiones que simplemente nos hagan más felices y/o más tranquilos. Intentamos ser cada vez menos complicados y más verdaderos, y nos da que vamos a necesitar toda una vida para poder llegar a eso que deseamos. 
Y dicho esto, me despido de este blog que comenzó con un viaje a lo lejano y desconocido en la tierra, y ha llegado muy lejos en lo más profundo de mi ser. No voy a dejar de escribir, porque eso sería como cometer un asesinato, pues me encanta hacerlo y también poder compartirlo con quien quiera recibirlo. Solamente que, siento que el viaje exterior a terminado. Empieza una nueva etapa por descubrir y no me apetece que sea una continuación de este blog, sino más como un punto y aparte. 
Gracias a todos los sedientos de aventurillas y anécdotas que me habéis acompañado durante el viaje. Ha sido un placer escribir para todas vosotras!

2012/09/27

2012-09-27

La vida a vuelto a darme otro giro inesperado. Hace algunas semanas un amigo dio nuestro teléfono a una empresa que organiza las actividades de unos cuantos polideportivos para que se pusiesen en contacto con nosotros. Nos encantó sustituir durante dos sesiones al profesor de yoga. Fue nuestra primera experiencia de profes remunerados. Un grupo de alrededor de 17 personas. Un grupo heterogéneo y agradecido; salimos los dos días con una sensación positiva y expansiva.
Esta semana volvemos a sustituirlo para las dos sesiones semanales. 
De todos modos, no es ese el giro inesperado, sino solo una sorpresita para ir haciéndonos el paladar. Pues la empresa volvió a llamarnos esta vez para ofrecernos un grupo para todo el curso, es decir, un grupo que recibiría dos sesiones de yoga semanales desde octubre hasta junio. 
Los primeros días nos quedamos un poco en shock, ya que en nuestra mente seguían haciéndose caminos hacia otros lugares y otros proyectos. Pero gracias al paso del tiempo y el relajamiento que nos ofrece, nos hemos dado cuenta de que es una oportunidad increíble para empezar con algo que nos encanta hacer, una oportunidad para seguir creciendo a nivel personal, una oportunidad para enseñar y aprender. No contábamos con ello, pero ahora que nos ha llegado lo recibimos con mucha ilusión y gratitud.
Esto significa que por el momento echaremos el freno y nos centraremos un poco, para poder llevar a cabo esas cosas que durante el largo viaje se nos ocurrían pero que no podíamos realizar por no estar el tiempo suficiente establecidos en un lugar. 
Tendremos que estar muy atentos y alertas, pues la vorágine de Babilonia es patente y a la vez subliminal. Sin embargo, conocemos nuestras preferencias, aunque todavía muchas veces nos dejamos arrastrar por el entorno, y eso  nos da fuerza y confianza.
Voy a emprender este viaje a la experiencia prolongada de ser profesora y alumna a la vez, mientras siga siendo feliz y viviendo en paz. Si en algún momento se me acaba el entusiasmo y la intuición me dicta otros rumbos, espero tener el corazón lo suficientemente fuerte para que yo pueda escucharlo.
Nos deseo mucha suerte y mucha sabiduría para saber transmitir fácilmente lo que sabemos y encajar abiertamente lo que se nos descubra.

La vida es un lugar de infinitas oportunidades. Lástima que la mayoría de las veces no las reconozcamos. 

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GRACIAS VIDA, una vez más.

2012-09-26

Me encanta cómo se ve Udala desde la ventana de la sala. Las tres rocas que dibujan su cumbre se unen para formar la figura de una mujer. Se ve tan bien dibujada que parece sea una imagen en un cartón, porque me da la sensación de que me puedo acercar y apartarla con la mano, como si fuese el decorado perfecto de este escenario.
El telón de fondo varía cada día. Hoy es precioso, pues es el cielo azul y claro atravesado por centenas de nubes de diferentes formas, tamaños y tonos de blanco. El sol refleja su luz contra sus cuerpos de algodón y ellas también parecen brillar. Sin embargo, en Udala proyectan sus sombras, dejando ver solo algunas franjas soleadas que van cambiando de lugar, forma, tamaño y claridad. Ayer llovió bien, por eso hoy el ambiente está tan limpio. El aire refresca.

2012/09/13

2012-09-13 Maternidad

Últimamente pienso mucho en la maternidad. Es normal en la vida de una mujer que nuestro ciclo nos la haga intuir. Además, es la época cuando más de cerca la vivo, ya que casi todas las amigas que conozco desde la infancia están embarazadas, con niños o en camino... 
La maternidad, esa gran sabia bondadosa, esa diosa que sabe regalar amor sin prejuicios. Creo que, una vez más, estoy a punto de embarcarme en otro viaje de los que cambian tu vida. No tengo prisa, a sí que esperaré hasta que mi compañero de caminos esté preparado. Aunque "estar preparado", no creo que se llegue a estar nunca. 
Yo he pasado una periodo bastante largo, en que pensar en ello me resultaba incómodo. Supongo que me asustaba ante la puerta bajo el letrero de "ser madre". Me preguntaba si yo quería ser madre, por un impulso interior natural o por el hecho de que esta sociedad empuja a la mujer a serlo. Dudaba de si la maternidad en mi vida sería decisión propia y original, o la reacción que se esperaría de una mujer, más o menos de mi edad... he llegado a sentir incluso miedo, pero siempre entendiéndome y dándome cancha. Pues, lo primero que tuve que aprender es que la mujer vale lo que vale, haga o no haga, lo que el resto espera de ella. Y no fue nada fácil. 
Cuando ya tuve claro que podía ser una mujer completa aunque decidiera no tener hijos, entonces, me volvieron a asaltar las dudas."¿Pero una cómo sabe o cómo siente si quiere ser madre?" . Me comentaban que cuando se sabía, se sabía y punto. 
Pues bien, la última que me habló sobre el tema fue una amiga de Suzanne, la mujer en cuya casa estuvimos en Navas del Rey: Maite, una simpática mujer que no solo cree en las estrellas y sus energías, sino que sabe cómo expresarlas. No me dijo nada estrambótico, nada que yo en lo más profundo de mi ser no supiera. Sin embargo, desde aquella charla distendida que mantuvimos, algo se ha transformado dentro de mí. Creo que ahora ya no tengo miedo a ser madre. De hecho, empiezo a sentir que se avecina el momento. Mi útero se abre de brazos para acoger la vida, para ser la casa de la creación de una nueva vida. 
La verdad, es que tanto el embarazo, como el parto y el consecuente cambio de vida, contrario a amedrentarme, hacen que me entusiasme como cuando me entusiasmo ante un próximo viaje. Al fin y a la postre, es simplemente otra perspectiva con la que afrontar el mismo pensamiento, ¡y me encanta! Ahora sí que consciente y alegremente quiero ser ama.

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2012/09/02

2012-09-02 Con Kontxa

El 27 de agosto llegamos a Markina-Xemein, a casa de la ama, la amama y el aita de Gorka. Cuando todos hubieron terminado de meter sus maletas en nuestra furgo (que previamente habíamos vaciado), Gorka se sentó en el asiento del chofer (que es él mismo) y partieron hacia el aeropuerto. Yo me quedé con amama Kontxa en casa.
Desde entonces nos dedicamos a estar con ella y a repartir amor. Nos despertamos, Gorka saca a Hulk, yo hago algo de yoga, desayunamos, nos sentamos en la sala, estamos, otro paseíllo con Hulk, comemos, nos sentamos en la sala, estamos, otro paseíllo con el cabezón (con corazón), damos de cenar a amama, y volvemos a sentarnos en la sala. Y soy feliz. Tomarme el tiempo para escuchar las palabras que salen de su torpe lengua ya anciana me llena de ternura y satisfacción. Tiene 87 años y ha trabajado toda su vida. Se le salen las lágrimas cuando recuerda lo duro que tuvo que trabajar desde su coartada infancia y durante toda su vida. La vida de los pescadores era la de los pobres. Así me dice ella. Y no puedo más que estar con ella y ofrecerle mis dos orejas que acogen con dulzura lo que sus labios me quieren contar y mi corazón para trasmitirle cariño y paz. Mas su dolor vuelve a aparecer como si fuera la primera vez... ¿¡qué será vivir la senilidad!?
Es un verdadero placer poder compartir mis horas sentada con un cojín en la espalda, con la aguja de ganchillo en mi mano derecha, tejiendo y en silencio, y en el silencio de Kontxa, y en nuestro silencio compartido. A veces la tele está encendida pero yo de la misma manera sigo en silencio. Como en este momento. 
Sé que es aquí donde tengo que estar. Si no, no entendería esta sensación de plenitud que me invade desde que precisamente estoy aquí y hago lo que hago. 

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2012/08/20

2012-08-20 Deshaciéndome de la vergüenza

- ¿Qué es la vergüenza?
- Yo la vivo como inferioridad. Como si creyera que mi manera de ser, de vivir o de pensar no fueran dignos de respeto. Como si esperase que los demás me aprobaran. Como si quien soy pudiera estar mal... 
- ¿Pero qué cosas a quién se le ocurre? Ande yo caliente y ríase la gente.
- Pues a mí no solo me ocurre, sino que me lo creo y me acaba doliendo. Y, la mayoría de las veces, no me doy cuenta de que ni siquiera ocurre. Simplemente, ella termina expresándose mediante alguna otra sensación que me hace sentir mal.
- ¿Y a qué tienes realmente vergüenza?
- Pues, por ejemplo, a expresar mi espiritualidad. 
- ¿Por qué? ¿Qué tiene eso de malo?
- Es la palabra. Crecí creyendo que era una palabra ridícula. 
- ¡Je! ¡Je!
- Es verdad. La espiritualidad era algo relacionado con las clases de religión, que eran lo peor y más aburrido. La espiritualidad era creer en ese Dios tan dibujado en las iglesias y los cuadros de los abuelos y abuelas. La espiritualidad estaba pasada de moda. La espiritualidad era una palabra totalmente vacía. ¿Cómo iba yo a hablar sobre algo que no era más que una invención de los "viejos"? 
- Sin embargo, ya hablas de espiritualidad, ¡y no poco!
- Sí, pero solo con la gente que realmente me conoce. Sobre todo y especialmente con la gente que me ha conocido tras haber empezado a experimentar y a vivir la espiritualidad. Cuando estoy con la gente que conoció a la que fui... reacciono como si en ese entorno volviese a ser quién fui, esa que creía que la espiritualidad era algo cursi, algo ridículo, algo anticuado. algo inventado y sin significado.
- Pero, ahora ya he descubierto lo que realmente significa, entonces, por qué seguir cargando semejante lastre? ¡Deshazte de ella!
- Sí, estoy en ello, pero cuesta. No es nada fácil enfrentarme al hecho de que tengo vergüenza, porque cuando la siento, el mismo sentimiento de vergüenza tiene tanta vergüenza (está creada únicamente por ella misma) que no se deja ver tal y como es, le da mucha vergüenza el mismo hecho de mostrarse, de aceptarse.
- ¡Pero estoy aprendiendo a vivir creyendo en mis verdades, que son las únicas que hay! 
- Sí, por eso me comprometo a mostrarme tal y como soy, aquí y ahora. Porque me quiero y me respeto. Porque ya entiendo que soy yo mi única juez. Que a los demás les gustara o no, pero solo puedo ser lo que soy. Quien quiera que me tome, y quien no quiera que no lo haga. 
-Y que todo el mundo sea feliz.

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2012/08/18

2012-08-18 ...otro día de esos grises

¿Soy capaz de imaginarme completamente feliz? (... hoy no)
¿Realmente me creo digna de conocer el verdadero Amor? (... hoy, tampoco)

Hoy la Vida pasa delante de mis narices, mas no puedo sentirla. Hoy me he despertado con mi máscara gris y me he olvidado de que tan solo es eso, una más entre todas mis máscaras. Es esta puñetera máscara la que más me hace llorar, la que más me aleja de mi verdadero corazón brillante, la que más me avergüenza. Soy consciente de ella, pero no consigo liberarme. Son estos momentos los que me recuerdan lo poco que sé... lo mucho que tengo aprender todavía... siento la presión de la máscara, siento cómo me automutilo, pues al arrancar el Amor de mi ser, me falta lo más importante para seguir viviendo. Me pongo dramática... ¡vaya historias! lo que hace que me sumerja más en mis propias miserias creadas. Pero, en fin, me acepto, tal y como me vivo. Al fin y al cabo, mañana otro día despertará.

Sin embargo, ¿de dónde llega tanta pena? ¿de dónde nace tanto desconsuelo? Si cuando estoy bien soy consciente de lo maravillosa que es la vida, de que el Amor es la única opción real que existe... entonces, ¿cómo puedo sentir tan profunda aflicción? Serán asuntos de hormonas... no obstante, sigo sin entender. Y esta ignorancia me hace llorar de tristeza. Una tristeza que no tiene por qué, pero que se siente como si fuera lo único que albergo dentro de mí. No quiero tener que soportar esto cada mes. Me revuelve  y me transforma. Es la época en que sé que la luz es la única que me puede ayudar a ver, pero en que la oscuridad resurge desde lo más hondo, dejando que la teoría solo sea teoría y que la realidad no se le parezca en lo más mínimo.

Lo acepto. Me acepto y me amo. Aunque sigo sintiendo que me gustaría cambiar eso de mí. Cosas que aún no entiendo... cosas que aún debo aprender en este viaje que es la vida.

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2012/08/12

2012-08-12

Unos días de quietud en Cubillas, que la temperatura no daba para mucho más, y a rodar hacia el norte. Entramos en la Sierra de Gredos desde Talavera de la Reina y gracias al señor de la gasolinera de Ramacastañas, encontramos un lugar paradisíaco. Es verdad que nos escapábamos de los calores andaluces; lo que no sabíamos era que por toda la península azotaba ya una ola de calor insufrible... de todos modos, al lado de Arenas de San Pedro, un oasis llamado La Francisca nos refugió, ofreciéndonos sus sombras y sus aguas frías y potables para refrescarnos y deleitarnos. Un sitio idílico: un cauce de río hecho de grandes rocas, cataratillas y pozas a montón. ¡Pero unas señoras pozas: de guapas y de grandes! Pena la mía por andar sin camarilla y por perderme mis momentos artísticos... pero ya llegarán las fotos cuando tengan que llegar. 
Total, que de allí nos acercamos por la M501 hasta Navas del Rey, donde Suzanne nos esperaba con una sonrisa y como si nos conociéramos de toda la vida. Contactamos con ella, una semana antes, a través del portal de Helpex. Una mujer holandesa que ha vivido lo suyo y sigue luchando con sus dos hijos, Gino y Georgia para salir adelante y, sobre todo, para poder hacer realidad uno de sus sueños. Así que aquí estamos para echar un cablecillo en lo que haga falta y escuchando cuando haga falta. 
A veces nos topamos con gente extraordinaria en el camino, que nos hace sacar lo mejor de nosotros mismos para poder entender el sufrimiento que han vivido y medir la fuerza interior que emanan. Sin ir más lejos, ayer, mientras observaba a Suzanne que preparaba unos pancakes y conversábamos sin prisas, sentí el impulso de tocarla, abrazarla... no sé, es como si supiera que justo allí tenía que estar en aquel preciso instante para poder ofrecerle un poquito de amor. Aunque ella ya sea puro amor. 
En la vida suceden muchas cosas que intentamos evitar a toda costa. Pero no por ello dejan de suceder. Y le pasan a todo el mundo... cada cual tiene lo suyo y es menester de cada cual saber sobrellevarlo, levantar la cabeza y seguir apuntando alto. Y eso resulta más fácil si estamos en paz con nuestra alma. 
ALMA. La tan olvidada Alma. La gran poderosa Alma. Que tiene tanto que ver con la felicidad real y más profunda... 
FELICIDAD. La tan olvidada Felicidad. La tan pacífica y bondadosa Felicidad. Que tiene tanto que ver con el impulso de la vida, la sabiduría y el amor.
SABIDURÍA Y AMOR. ¿Qué es la Sabiduría? ¿Dónde se esconde? ¿Y el Amor? ¿Quién es el que lo reparte? Esa Sabiduría que reside en el Amor, y ese Amor que reside en la Sabiduría... 
¡Ojalá fuese capaz en todo instante de escuchar a la Sabiduría y hablar como si fuera el Amor en persona! Solo he de ser consciente, pero hoy he leído que alrededor 70 000 pensamientos cruzan nuestra mente al día, de los cuales nuestra mente consciente solo controla un 5%. El restante 95% le pertenecen a nuestra mente inconsciente... ¡Habrá que hacer un esfuerzo para poder cambiar esos porcentajes! He ahí uno de mis propósitos más elevados en esta vida. 
Un propósito, que desde hace unos cuantos años, me ha encarrilado en un camino sin dirección establecida y sin metas visibles en el horizonte. Un propósito que es un camino en sí mismo y por sí mismo. Un camino que tendré que caminar hasta que finalmente muera. Un camino que tomo conscientemente y que pierdo inconscientemente... pero, es lo que hay, ese es mi trabajo. Lo bueno es que en cuanto me doy cuenta y me conciencio de que me he perdido, ya he vuelto a mi camino...
¡Seamos felices! Y no nos olvidemos que la felicidad no es repartida con una barita mágica, sino que una opción de vida. 
Yo, por lo pronto, me voy a comer una nectarina fresquita. 

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2012/08/06

2012-08-06 Paseillo por la Alpujarra

Ya nos despedimos de Carmelo, Silvio, Román y  Mónica. Los días transcurridos con la familia han sido estupendos. Hemos hecho de todo, nos hemos reído, hemos jugado y hemos reflexionado. La verdad sea dicha, vinimos a Andalucía para conocer proyectos alternativos, y aunque hayamos conocido algunos, la mayor parte del tiempo la hemos pasado con los amigos. Que aunque a veces nos lo reprochemos, está bien  así. A mí, por lo menos, me ha hecho feliz, y eso es lo único que cuenta.
Dejamos Carcabuey al atardecer para no padecer la caló aplastadora. Esa noche íbamos a repetir el lugar de pernocte, así que no había miedo de perderse ni urgencias a la hora de buscarnos un huequito. Llegamos al embalse de Cubillas de noche. La mañana siguiente ya íbamos rumbo a las Alpujarras. En Granada nos paramos a comprar unos retalillos de cuero y a llenar un poco más la furgo... poco a poco nos vamos pareciendo más a una despensa que a otra cosa. Pues Paco, que conocimos en la Feria Medieval, nos había regalado una bolsa de retales y un punzón, Jose una cesta, Nono otra cesta, Mari Carmen una bolsa de lanas, los Moral Triano una lata de aceite y otras hortalizas... a este ritmo pronto Hulk tendrá que venir corriendo detrás nuestro o atado a la furgo y con patines... ¡jeje!
Total, de nuevo en la carretera sabíamos que teníamos que seguir dirección Motril hasta que ya nos indicase hacia Órgiva, peeero Gorka se emocionó al ver el letrero de Sierra Nevada y a mí me contagió su alegría. Alegría de vivir es lo que no nos falta a nosotros. Subimos casi hasta el pico Veleta con nuestra furgo, vamos, que porque nos topamos con que habían vallado la carretera a unos 2500 metros de altura. Nos quedamos patidifusos y con la boca tonta... ¡y eso que llevábamos mapa! pero un mapa de 1990. Eso nos pasa por ir reciclando los mapas que la gente va dejando en los basureros de las gasolineras.
Un señor que tenía allí arriba un chiringuito montañés nos explicó que la carretera que atravesaba al otro lado se cerró hace mucho tiempo, que ahora solo se podía continuar a pie. Vaciamos las vejigas y nos sentamos a comer el hamaiketako, que consistió en pan con aceite y unas rodajillas de tomate con sal. Y ya después, comenzamos el descenso hacia Granada, hasta encontrarnos de nuevo con la señalización hacia Motril. En fin, somos ambos dos unos cabezas de txorlito... ¡qué le vamos a hacer!
Una vez arribados a Órgiva era casi la hora de comer y hacia un calor que no dejaba ni pensar. Paramos bajo unos arbolillos y aquello tan solo era una trampa, pues era como un horno: que estaba oscurito pero el aire que te envuelve por todas partes te va quemando desde dentro.
Llenadas las panzas no sabíamos ni qué hacer, pero allí quietos no nos íbamos a quedar. Bajamos a por agua a una fuente que habíamos visto junto a la carretera al subir. ¡Cosas del Vivir! En la fuente paró otra furgoneta con gente joven que nos comentaron que podíamos ir a Beneficio, que allí encontraríamos sombra, agua y alguna que otra sorpresa. Mira tú por dónde, sobre Beneficio ya habíamos leído y escuchado antes, así que nos gustó la idea de acercarnos. Una comunidad hippy en toda regla... ¡qué lugar tan encantador y mágico!
Una cascada rompe contra las rocas y nace un arroyuelo poderoso y fresco que desciende entre curvas y causa un vergel de sombras verdes y acogedoras. A lo largo de ese vergel se esconden las casas de las gentes que viven a su ritmo y a su manera. Cada cual se monta su choza al estilo personal, y ninguna distorsiona la naturaleza que lo rodea. Según nos comentaron, allí viven al rededor de 200 personas en armonía con el medio.
Hacia el atardecer volvimos a Órgiva a buscar un sitio donde dormir; y es que en Beneficio no podíamos meter la furgo y el lugar donde aparcamos quedaba un poco lejos para acarrear a mano todo lo necesario.
En seguida nos hicimos huequillo en un parque con muchos eucaliptos. Nos duchamos a baldazos, cenamos y nos acostamos. Y ya cuando estábamos a punto de apagar la luz se oye que alguien aparca cerca y que empieza a pitar. Sale Gorka y una voz de señor nos avisa de que allí no podíamos estar, que hacia ese sitio venían los municipales y que más valía que nos marchásemos si no queríamos pagar una multa de 150 euros. ¡Sustito! mira que somos de los que al llegar a un lugar lo sacamos todo y se queda todo como el rosario de la Aurora, bien esparciditas todas las cosas... pues no sé ni cómo lo hicimos pero en menos de cinco minutos estaba todo dentro, Gorka conduciendo la furgo fuera de allí y yo llevando a Hulk por detrás. Visto y no visto. ¿Tú te enteraste de algo? Yo tampoco. En menos de media hora ya estábamos acostados one more time, con la mesa y las sillas fuera, la neverita junto a un árbol y ya habiendo hablado con la mujer que vivía en frente para que no hubiera malos entendidos ni malos rollos. Además, allí había más eucaliptos.
Al día siguiente Hulk se despertó con un montón de picotazos, y al comentárselo a dos señoras que aparcaron cerca, nos dijeron que por allí había un bichillo que causaba muchas muertes de perros y nos aconsejaron ponerle un collarcillo. También nos indicaron cómo llegar a una zona de baño.
Ese día volvió a calentar de bien, por eso lo pasamos en remojo gracias a las instrucciones de aquellas dos ladies. Para el anochecer subimos a Pampaneira: un pueblo que parece haber sido extraído de unos dibujos animados. Muy bonito. Paseando por sus calles se fijó Gorka en un cartel que hablaba de quesos. No pudo resistirlo; entró y salió con el quesero que traía en la mano un platito con diferentes quesos y pan.
Exquisito queso de cabra alpujarreño, delicioso aceite de Carcabuey y ecológico pan de Órgiva: esa fue la cena. ¡Y bien que la disfrutamos! ¡Vaya productos de categoría!
A las siete y media del siguiente día ya estábamos dando tumbos con la furgo para poder evitar las calores diurnas. Nuestra idea era la de recorrer la Alpujarra, cruzar el puerto de la Ragua y buscar al otro lado algún que otro vericueto. ¡Vaya dos fitipaldis! Creíamos que en tres horillas estaríamos bien puestitos, con agua en las cercanías y demás comodidades. ¡Probreticos! Preguntando aquí, perdiéndonos allí y volviendo un poco más lejos, terminamos por aparcar la furgo a eso de la una y media en un sitio anteriormente conocido: el pantano de Cubillas, que no nos falla.

2012/07/29

2012-07-28

Si es que los planes se hilan por si solos. De Alcalá la Real volvimos a Carcabuey con intención de despedirnos de las gentes y tirar millas para la Alpujarra; pero, ¡cómo son las cosas! almorzando con Mari Carmen y Joaquín (que una vez más nos han tratado como si fuéramos de la familia) nos llamó Román y nos dijo que por qué no poníamos nuestro puestillo en el mercado medieval que se celebraría este fin de semana. Estaba claro que algo iba a salir... bastó una mirada cómplice de Gorka  para saber que una oportunidad semejante no la íbamos a dejar marchar.
Decidimos aparcar la casa-furgo en el Castillejo, lugar donde mana una fuente y las sombras forman un brisilla  merecedora de un premio Nobel. Pasamos un par de días creando y aprendiendo sobre los materiales que tenemos, y además, conocimos a Juan, que tiene su huerta ecológica al lado de donde estábamos aparcados. Desde el primer momento se mostró dicharachero y generoso, y más aún cuando nos trajo de regalo no sé cuántos kilos de tomates, calabacines, cebollas, manzanas de la reina, pimiento, berengena, ciruelas, peregil y hierba buena. ¡Qué alegría!
Al tercer día la benemérita  nos echó. Excusas mil y los vecinos que al parecer se habían quejado... ¡en fin! No entiendo qué mal podíamos causar nosotros en aquel sitio... con lo pacíficos y cuidadosos del entorno que somos... Total, que tras comer el delicioso puré de verduras de la huerta de Juan, recogimos nuestros bártulos, le dejamos una notita a nuestro benefactor en el candado de su finca y nos bajamos al pueblo. A casa de los Moral Triano que nos acogen siempre contentos y de buena gana. Si es que tenemos unos amigos que nos se pagan con dinero... ¡qué suerte que tenemos!
Ese mismo viernes por la noche debutaríamos con nuestro puestecillo de nivel 1. De la esterilla en el suelo pasamos a tener una mesita con un pañuelo que nos prestó Mónica y un expositor fabricado con una rama entresijada con hilos y alguna hojilla seca de adorno. Una cosa de lo más sencilla, natural y bonita. Román nos dejó el alargador, la bombilla principal y algunas guirnaldas... Si nuestro caché sigue evolucionando a este ritmo... bueno, mejor no digo ná, que la siguiente puede que vuelva a ser la esterilla... y de hecho, no es algo que me desmotive.
Sentados estábamos Gorka y yo, charlando, cuando el teléfono sonó. Era Juan. Alguien le había pasado la nota que le dejamos y cuando se enteró que nos habían echado de allí, nos llamaba indignado y dispuesto a sacarnos una copia de su llave para que pudiésemos estar el tiempo que quisiésemos en su finca.
Gente así y gestos así son los que hacen que toda la vida valga la pena. Gente que siente ese vínculo con otras gentes mediante el cual se hace cooperador del bien y la felicidad del otro. Grandes proezas en medio de un medio de cazadores sin corazón y des-almas indiferentes. Una gran razón para sentirme agradecida.

PS. El lunes siguiente a Etnosur, volvimos al nacimiento del río San Juan. Lamentablemente nos robaron la bolsa con todo lo que iba dentro. Afortunadamente tengo a Gorka a mi vera, que es el señor que todo lo encuentra, y uniendo cabos se percató de que quizá había visto algo raro y se fue a investigar. Volvió con la bolsa y con toda la documentación: faltaba el dinero, el monederito que me regaló Pepe y la cámara de fotos. Males que afectan, pero no tanto. Eso sí, pasará un tiempo durante el cual tendré que tirar de mi hemeroteca de fotos... se hará lo que se pueda. 

2012/07/28

Por Coín y Bolonia con los Moral Triano


Pasando las calores en grupo...


reencontrándonos con las caras que nos recuerdan a épocas cada vez más lejanas...


colores que merecen fotos de cuadrilla


Sin dejar de cuidarse ningún momento


ni de cuidar la casa de uno


En ruta...


... dando vueltas por los caminos...


... hacia lugares lejanos...


 descansando donde haga falta


De playas bonitas no nos hartamos,


y de ver jugar a los niños, tampoco 


2012-07-22

Todavía me sigo preguntando que qué será del día de mañana. No pasa una semana sin que haya hablado con Gorka del asunto. Pero no resulta sencillo decidirse ni echar el freno. No es ni por falta de ganas ni por falta de opciones, sino todo lo contrario. Lleguemos donde lleguemos descubrimos que aquí, allí o de esta otra manera podríamos acoplarnos... cada nueva puerta que se nos abre a orillas de este camino que estamos recorriendo se nos presenta apetecible y factible; y, de hecho, cada vez que planeamos escoger este o aquel tipo de vida soñamos con todo lo que podríamos dar de nosotros mismos, sonreímos y disfrutamos de los momentos que solamente ocurren en nuestra imaginación. El simple hecho de sabernos capaces de alcanzar cualquier meta nos da inmensos ánimos para seguir haciendo camino. Pues, aunque a simple vista parezca una contradicción en el fondo parece que tenga mucho sentido. Al fin y al cabo, estamos perdiendo el miedo  a rodar y rodar, porque vemos que en cualquier rincón hay, al menos, una oportunidad que aprovechar. La vida es más y más bella a medida que más la camino y menos me la cuestiono. Entendiendo que ser feliz se es únicamente en el presente, en este eterno ahora.
Y, hablando del ahora, son alrededor de las dos de la madrugada y no puedo  conciliar el sueño. De hecho, estamos en Alcalá la Real, donde este fin de semana pasado se ha celebrado el festival de Etnosur, en dooonde nos hemos estrenado como artesanos que venden su artesanía. ¿Que qué tal nos ha ido? pues, genial. 
El primer día, viernes, estuvimos sentados cuatro-cinco horas aproximadamente en el parque de los Álamos sin que apenas cuatro gatos se aproximaran a nuestro puestecito. Cosa que no es de extrañar teniendo en cuenta que la mayoría de los compañeros artesanos se traían sus maravillosos puestos con telas, luces y estructuras, mientras que nosotros extendemos una esterilla en el suelo en donde alegremente colocamos y exponemos nuestras labores con sumo cuidado y mucho orgullo. ¡Pero qué bonito es ver las cositas que una ha creado, ahí, bien colocaditas y a la vista del mundo. Aunque el mundo no tuviera demasiadas ganas de mirarlas...
Nos hizo mucha gracia aquel vecino trabajador del cuero que se acercó a mirar la competencia que le íbamos a suponer y casi se echó a reír cuando vio lo que traíamos... Los tres gatos restantes se avecinaron a ver a Hulk, que levanta pasiones allá a donde va. ¡Es que es tan bonito este perro!
Y nosotros que pensábamos que íbamos a sacar algo para gasofa... ¡qué gracia!
El segundo día, sábado, ya otro gallo nos cantó. ¡Vendí mi primera pulsera! ¡Hurra! Aunque fuese la primera y única venta del segundo día de vendedora. Y como dicta la costumbre, el primer sueldo había que gastárselo en una celebración, que constó de un cubalitro de gazpacho y una litronilla de cerveza. ¡Y más felices que Pitxitxi!
Hoy, domingo, ha sido el último día de festival, y a la tercera va la vencida. ¡Hemos vendido siete articulazos! Y aunque no hayamos sacado más que veinte eurillos, la mañana nos ha parecido de lo más fructífera y emocionante. De todos modos, lo más importante no es lo que nos llevamos en la cartera sino la de gente que hemos conocido con la guasa y lo pipa que nos lo hemos pasado.
A partir de mañana, de nuevo nos hemos quedado sin plan, sin destino y sin que nos importe demasiado.

2012/07/07

Algo tiene Carcabuey...

Esta vuelta a Andalucía me ha hecho un bien increíble. Después de tanto tiempo me estoy dando el lujo de pasar el rato que haga falta con esta gente a la que quiero tan bien. En Carcabuey hemos encontrado buena posada y mil sonrisas de alegría de reencuentro. Esta experiencia me está sirviendo de manera que aún no sé ni calcular en recordar quién soy. Estoy descubriendo la magnífica relación que creé con esta gente mayúscula, a la que no le ha hecho falta nada más que verme para alargarme la vida con esos calurosos abrazos y colmarnos de invitaciones. Gracias a tod@s l@s que nos habéis abierto las puertas de vuestras casas y las ventanas de vuestros corazones, así una solo puede estar más a gusto que un arbusto en la tierra más fértil. 

Furgoneteando por la Subbética y en inmejorable compañía:


Zuheros



Cacharreando


Embalse de Iznájar


Tres bellísimas personas


Momento siluetas


Taller de cuero, macramé y sujetadores al aire


Mirando el atardecer... fugaces instantes.


2012/07/06

Recuperando el tiempo transcurrido ende la última vez...

Marisa y Lucas, Lucas y Marisa...
¡mira que la clahe de ammoffera!


¡Tira pa'llá con tu camarita, cohone!


El Chorro, El Caminito del Rey


En la casa de los Lucas Buzón, no nos fartó de ná. Inclusive pisina nos pusieron pa las largas tardes de sofocón... ¡Ojú, qué flama!


Esto ya huele a servesa. En el mesecillo que llevamos en Andalucía nos hemos puesto a gusto con la birra. ¡Que no farte ni gloria! 


Alegre distorsión


Manuela con su mae. Mira que es una niña bonita... 


2012/07/05

¿Por qué escribo?

Tengo inmensas ganas de escribir. Sin embargo, he posado los dedos en el teclado y me he quedado en blanco. Habrán pasado cinco minutos desde que me he quedado en silencio, absorta y con la mirada clavada al cuadro de texto en blanco, dejando que la música ocupe por completo el espacio que mi cuerpo okupa. Hasta que me he dado cuenta de que me había colocado así para darle tralla a mis dedos, que ansían crear. 
Al no tener nada que contar me ha venido la pregunta a la cabeza: ¿por qué escribir si no hay nada que contar? Pues, simplemente, por el arte de escribir, porque me apetece, porque al hacerlo, dejo al hemisferio izquierdo de mi mente que descanse, que bastante hace el resto del día, y le doy rienda suelta al derecho, para así entrar en este mundo de palabras que yo invento, en donde no se necesitan preguntas con respuestas, simplemente cadenas de letras. Total, como si todo lo que leyéramos tuviera sentido... escribo porque soy escritora y escribo lo que escribo porque lo quiero escribir en el momento que lo escribo. Y ya está.
Paz y Amor

En Andalucía nos dejamos llevar por las brisas...

Visita a Granada, en unas pocas horas tapeamos, nos pusimos medio piripis y pateamos por las zonas más bonitas de la capital.


En el embalse de Cubillas. Gracias a las recomendaciones de nuestro amigo Pepe, llegamos a lugares magníficos...


¡Pena, que aún hoy día, sigamos siendo tan inconscientes de enguarrar de semejante manera nuestros propios parques de ocio! 


Desde luego, yo no entiendo cómo no nos da un poco de vergüenza hacer estas cosas... ¡con lo fácil que es recoger la mierda de cada cual!


Otro huequito arbolado nos hospedó de maravilla, cerca de Alcalá la Real.


¡Buenos días tras la siesta! 


Maravilloso paseo en los alrededores de Castillo de Locubín.


Además la naturaleza nos regala bellas y frescas y ricas frutitas.


De primera mano de árbol. Maravilla de la Naturaleza. ¡Olé y olé, qué alegría!


El nacimiento del río San Juan.


Más maravillas de la Naturaleza hecha pizcos de nuestras manos... me sigo preguntando cómo llegamos a permitir que ciertas cosas ocurran. 



2012/06/17

2012-06-16 Intentando entender conceptos

"El complacer del placer y el placer de complacer". Un concepto sobre el que leí ayer y se me quedó anclado en la mente sin yo haberme percatado. Aparentemente, se camufló detrás de unos arbustos que formaban otros pensamientos.
El concepto se situaba en un texto sobre la prehistoria que intenta explicar el matriarcado y el cambio de concepción del sexo. En pos de un mejor entendimiento de la concepción del emparejamiento durante la época en que empezó a darse el cambio, es decir cuando apareció la pareja como establecimiento en una naciente sociedad patriarcal. Aquellas primeras parejas se creaban por el hecho de, y cito palabras del libro aunque no literalmente, sino de memoria: "por el primero que se dejaba caer. No había prejuicios. El complacer del placer y el placer de complacer. Algo que nosotros, hoy día, somos incapaces de entender."
Y ahora, después de un día de ajetreo con Mari Carmen y Pepe por el mercadillo de segunda y octava mano, y fruta fresca y barata en Arboleas; en el desguace de Huercal Overa donde hemos encontrado el tornillo que arreglaría la puerta lateral de nuestra furgo; de domingueros en unas hamacas de un chiringuito en una playa de Mojacar; tras comer en un chino con una pareja amiga de nuestra pareja amiga; siguiendo un té es casa  de Marcos y Rosa, Flora y Yago, gente que nos ha maravillado conocer; vuelta a Macael; preparar y disfrutar de la cena; cuando ya el sueño nos ha ido venciendo a todas de una en una; cuando ya no parecía que el día fuera a dar más de sí, entonces, el ancla que sujetaba aquella idea se ha soltado y me ha venido  en disposición de pregunta a la cabeza, y ha creado bellas imágenes en mi mente, apaciguando mis adentros y sumergiéndome en un mundo fantástico: "¿Por qué se nos ha olvidado una cosa tan sencilla y bella como esa? El complacer del placer y placer de complacer...." - diálogo interior -: "¿Te imaginas un mundo en que las gentes supiéramos lo que es eso? y no en plan de "sí-sí entiendo lo que significa", sino que sabiendo lo que realmente es porque se vive de esa manera? ¿Te imaginas cómo sería un mundo así? -No, obviamente, no, pero es inmensamente bello intentar hacerlo. Soñarlo. Parar el tiempo e intentar creérmelo, ¿cómo sería si fuera así? conocer el complacer del placer y el placer del complacer...

2012/06/14

2012-06-14

¿Qué me pasa? Un día me acuesto con un sentimiento de agradecimiento que hace que no quepa en mi corazón, y al otro ya no sé quién soy. Quiero desentenderme del mundo, me resulta más fácil fijarme en lo negativo, como por ejemplo, en quién ha hecho o ha dejado de hacer tal cosa, me molesto con más sencillez, me irrito por dentro y ese cúmulo de sentimientos feos acaba saliendo a la superficie. Y, entonces, me doy cuenta de lo poquito que avanzo, en lo que me cuesta a veces ser buena persona, cuando yo creía que lo era. Y me revuelvo en mi propia kaka, hasta que me pongo sensible, me entra honda pena y termino llorando. Sin saber realmente por qué y sin tener ganas de parar. Soy dura conmigo, me critico y me siento chiquitita y estúpida. Se me olvida tener en cuenta que ayer me bajó la regla y que, inexorablemente, el cambio de hormonas acomoda este estado de negra y dolorosa embriaguez. Para cuando me percato de mi situación ya es demasiado tarde, ya he dicho cosas que no debía y me lo restriego... es hora de sentirme avergonzada. 
Siento que soy la mar en galerna: las sensaciones se alzan como fuertes y destructoras olas, lo salado de mis lágrimas termina entrando a la playa de mi boca y no puedo retener por más tiempo los mocos que me chorrean por la nariz. Tengo que sonarme. De repente, salto un poco para apartanme de mi misma y me miro. Tengo que dejar de quejarme, por este camino sé que no voy a llegar demasiado lejos.
Como te digo una cosa, te digo la otra. Hoy no hay quién me entienda, y para más inri, no me apetece pedir perdón. Hoy es uno de esos días en que me gustaría haberme despertado sola en alguna cueva perdida, sin nadie por ahí, para que pudiese llorar, gritar, o lo que me diera la santísima gana sin tener que dar explicaciones a nadie; sin correr el riego de lastimar a las personas que más quiero, que son, desafortunadamente, las que más reciben; para no añadir el sentimiento de culpabilidad a la horda de furiosas tropas de sentimientos cargadísimos que ya acarreo hoy dentro de mi.
Mucha paz y mucho amor. Eso es lo que deseo hoy para todas y para mí misma.

2012/06/11

2012-06-11

Cada día soy diferente. Hace unos meses empecé a controlar mis ciclos menstruales, simplemente para conocerme mejor, para saber cómo varían mis emociones, mi carácter y mi actitud dependiendo de la fase lunar en la que me encuentro. Leí que el ciclo de la mujer se asemeja al de la luna: si estoy ovulando estoy de luna llena, y cuando menstruo, se compararía a la luna nueva, pues el óvulo viejo se deshecha para dejar espacio para una luna nueva... Pues bien, dependiendo de la fase lunar en la que me encuentro, realmente soy diferente. 
Hay días que son como toboganes, que fluyo sin demasiado esfuerzo, otros que estoy activa, con ganas de no parar de hacer cosas, otros que me siento especialmente guapa, otros que estoy más vaga que la chaqueta de un guardia, otros que siento cómo mi fuego sube en forma de malas hostias y ráfagas repentinas, días en los que me apetece estar con la gente, o días en los que preferiría ser la única sobre la faz de la Tierra... pero siempre me visto con la misma cara... por eso es tan difícil reconocer quién soy hoy. Bueno, si se trata de uno de esos días en los que fluyo fácilmente, no me suele hacer falta ni analizarme demasiado, ya que simplemente soy quien soy y listo.
A todo esto, hace poco escribí sobre mis comederos de cabeza... pues, a raíz de aquello y por las bellas causalidades de la vida, llegó a mis manos un escrito que me subiría los ánimos (que tampoco hizo falta subírmelos mucho porque llevo unos cuantos días sintiéndome feliz y en paz) y que me daría fuerza para seguir adelante. 

¡Salud y Amor!



2012/06/08

2012.06.08

He empezado a cantar una canción que desde que la escuché siempre me ha gustado. Hacía mucho que no la escuchaba ni cantaba, y me ha hecho ilusión acordarme de la letra. Es euskera pero dice así:

"Si alguien dijera: - En mi casa no hay paz.
que buscara la paz en la casa del vecino
o en la última esquina del mundo.
Pero si tuviera paz en casa
que no buscara la guerra en ningún lugar,
pues perdería la paz y su casa
en la esquina del mundo!".

Pues ya salimos al camino. Paramos en Molina de Aragón, para visitar a Juli, que lo conocimos en el Encuentro de Rurales Enredados. En el Alto Tajo, zona que nos fascinó por su belleza natural, cuatro ciervos salieron a saludarnos al asfalto y a desearnos buen viaje. Conocimos Cuenca, que desde que vi un documental sobre la ciudad, tenía metido en la cabeza que la quería verla. El Casco Antiguo precioso. Desde allí empezó el secarral... ai ama! pobre Albacete, pobre Murcia... ¡Vaya calor! Hacíamos kilómetros y kilómetros surcando grandes llanuras amarillas, marrones y verde apagados. Ningún árbol. Literal, ¡ninguno! Ya pasó mediodía y seguíamos sin comer... ¿cómo íbamos a parar con la que estaba cayendo? Los arbustejos que se veían aquí y allí eran lo suficientemente pequeños como para dar sombra quizá a las ruedas de la furgo... así que sudamos y sudamos hasta que en la lejanía, fuera de la autovía, oteamos el único cúmulo de árboles grandes en aquel basto terreno desértico. Ya serían las cuatro y media, cuando conseguimos llegar a aquel lugar. Salimos a respirar un poco, tragarnos un poco de pan, aceite y queso, y media hora después Gorka volvía a pisarle al acelerador, al embrague y al freno. A las siete, más o menos, estábamos bañándonos en el Mediterráneo, en el último pueblo costero murciano. Marika nos comentó por teléfono que ya estábamos a horita y media de su casa. ¡Ya estábamos en Andalucía!

¡Mucha felicidad para todas!


Molina de Aragón


Alto Tajo


Cuenca




2012/05/31

2012-05-31 ¿Rompiendo el silencio?

Me doy cuenta de que me llegan periodos de silencio (en el blog, claro). Suele pasar que cuánto más fácil sea el acceso a Internet y más comodidades me rodeen, menos me visitan la inspiración y las ganas de escribir. Volvemos a estar en Elorrio. Hemos estado apalancados algo más de un par de semanas, y nos lo hemos tomado con tranquilidad... y aún estando sumida en esta "vida tranquila", las dudas y las expectativas de futuro se vuelven fuertes en mi cabeza-caballo-loco. Queramos o no, esta tranquilidad nos la dan las comodidades que nos rodean, los medios, la familia, los amigos de siempre... que al mismo tiempo son también los que nos hacen plantearnos preguntas que quizá no nos planteamos cuando estamos de ruta. Preguntas que ya nos han atormentado antes, y que seguramente volverán a nuestras cabezas en próximas ocasiones. Preguntas del tipo: "bueno, y ¿qué vamos a hacer con nuestras vidas?", "¿qué es lo que realmente estamos buscando?", "¿dónde acabaremos?", "¿estaremos haciendo bien?"...  Preguntas que me nublan la visión. Que hacen que me obceque en busca de respuestas que no existen. Porque yo no puedo saber lo que va a pasar mañana, solo que mis amigas las comodidades me hacen promesas de cierta garantía de seguridad sobre el futuro. 
Ahora, en este instante, lo veo claro, pero a veces la búsqueda de alguna respuesta que no llega hace que mis días sean más grises. En fin, es el sistema, que intenta empujarnos de nuevo a su círculo vicioso, es el vórtice que nos atrae hacia él sin hacer el más mínimo esfuerzo por su parte. Pues somos nosotras las que nos acercamos a él y nos dejamos hacer... El letargo empieza cuando las dudas saltan y no sé darme cuenta de que es tan solo una técnica de mi propio rol que vivió feliz dentro del sistema, intentando apoderarse de nuevo de mi verdadero deseo: ser feliz. 
Piensa, que ese rol mío, fue una estudiante de primera, una buena trabajadora, una persona bien querida entre los suyos... que ahora se siente aplastada, porque han cambiado mis preferencias de vida. Lo que no significa que desprecie a ese rol mío, sino todo lo contrario. Pues solo soy lo que soy, por haber sido quién he sido. Y bueno, cuando me acerco al sistema, ese rol, dormido cuando viajo, despierta y se pone en marcha para machacarme en su lucha por ser la líder. 
Y cuando estoy machacada por dentro, se me olvida valorar lo que estoy haciendo y, quizá, el silencio sea tan solo un síntoma de eso. Por que si yo no valoro lo que hago, ¿cómo lo harán los demás?


Iza, upside down, walking up the walls...


La verdad es que, ¡qué bonito es Elorrio!


De paseo


La playa de Gasteiz. Preciosa estampa de primavera.


Pedazo de alfombra blanca de txibiritas en Garaio.


La vida es bella.


La costa bizkaitarra... increíble documento. Laga.


Lekeitio.


La quebecoise no tiene miedo al fresco mar Cantábrico.


De cuadro. Al centro las protas: Ane y Gorane.