2012/09/27

2012-09-27

La vida a vuelto a darme otro giro inesperado. Hace algunas semanas un amigo dio nuestro teléfono a una empresa que organiza las actividades de unos cuantos polideportivos para que se pusiesen en contacto con nosotros. Nos encantó sustituir durante dos sesiones al profesor de yoga. Fue nuestra primera experiencia de profes remunerados. Un grupo de alrededor de 17 personas. Un grupo heterogéneo y agradecido; salimos los dos días con una sensación positiva y expansiva.
Esta semana volvemos a sustituirlo para las dos sesiones semanales. 
De todos modos, no es ese el giro inesperado, sino solo una sorpresita para ir haciéndonos el paladar. Pues la empresa volvió a llamarnos esta vez para ofrecernos un grupo para todo el curso, es decir, un grupo que recibiría dos sesiones de yoga semanales desde octubre hasta junio. 
Los primeros días nos quedamos un poco en shock, ya que en nuestra mente seguían haciéndose caminos hacia otros lugares y otros proyectos. Pero gracias al paso del tiempo y el relajamiento que nos ofrece, nos hemos dado cuenta de que es una oportunidad increíble para empezar con algo que nos encanta hacer, una oportunidad para seguir creciendo a nivel personal, una oportunidad para enseñar y aprender. No contábamos con ello, pero ahora que nos ha llegado lo recibimos con mucha ilusión y gratitud.
Esto significa que por el momento echaremos el freno y nos centraremos un poco, para poder llevar a cabo esas cosas que durante el largo viaje se nos ocurrían pero que no podíamos realizar por no estar el tiempo suficiente establecidos en un lugar. 
Tendremos que estar muy atentos y alertas, pues la vorágine de Babilonia es patente y a la vez subliminal. Sin embargo, conocemos nuestras preferencias, aunque todavía muchas veces nos dejamos arrastrar por el entorno, y eso  nos da fuerza y confianza.
Voy a emprender este viaje a la experiencia prolongada de ser profesora y alumna a la vez, mientras siga siendo feliz y viviendo en paz. Si en algún momento se me acaba el entusiasmo y la intuición me dicta otros rumbos, espero tener el corazón lo suficientemente fuerte para que yo pueda escucharlo.
Nos deseo mucha suerte y mucha sabiduría para saber transmitir fácilmente lo que sabemos y encajar abiertamente lo que se nos descubra.

La vida es un lugar de infinitas oportunidades. Lástima que la mayoría de las veces no las reconozcamos. 

Imagen encontrada en la red.

GRACIAS VIDA, una vez más.

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