2011/04/25

2011/04/25 Playa, playita, playa


Playaaaaaaaaaaaa...


Allí donde fueres haz lo que vieres. Indian Style.


Primer bañito en el Índico. ¡A probar el agua de cabeza!


Los cerdos-jabalís campando a sus anchas.


2010/04/25 Santana Hotel, Puri, Orissa

Pues ya estamos en la costa... No se puede decir que no hace calor, pero en la playa siempre hay viento y de noche la temperatura se tranquiliza un poquito.
El mar índico en la bahía de Bengala. Nos ha soprendido lo vivo que es el mar en esta costa del noreste. Y lo calentito que está. Y lo poco sucio. Esperábamos una mar a la que nos diera repelús entrar, pero no podíamos estar más equivocados. Si bien es cierto que la playa que queda en frente del poblado pesquero es el vertedero-cagadero oficial del lugar, si se camina más allá de donde aparcan sus txalupas se llega a un zona casi desértica. Algunos señores más recatados que el resto, llegan para hacer sus necesidades bastante lejos, pero hay playa para dar y tomar, así que el que busca tranquilidad la encuentra sí o sí.
Sobra decir que aquí, como en las demás Indias, los contrastes y los colores son los protagonistas; y que si se va con una cámara de fotos y momentos artísticos, el 70%  de las ilustraciones salen magníficas por sí solas.


El señor que prepara el mejor sweet lassi de la historia. Por veinte rupias más también te saca el famoso bang-lassi, el batido de marihuana que pone a Shiva bailando en tu cabeza. Aún no lo hemos probado, pero quizá un día de estos...


La recompensa del mar.


¡A la mar, pescadores!


Las txalupas son el escondite perfecto para descargar el vientre.


El pueblo de los pescadores quemando su basura en la playa.

2011/04/22 De espera...

Estrenando diario en el tren que va dirección a Puri. Ansiosos por ver el mar, después de cinco meses de no haberlo ni siquiera olido, decidimos, hace algunos días, comernos la kilometrada que aleja a Gaya de Puri, para poder vivir un poco en algún pueblo de costa hindú. Anhelando, además, que el tiempo que allí encontremos sea más suave que el de Uttar Pradesh y Bihar. Así, nos embarcamos este mediodía a las 13.45 en este vagón azul para recorrer vía durante las siguientes 17 horas... ¡jeje!¡eso es lo que nos creíamos nosotros! Hemos conocido a una gente muy agradable en lo que llevamos de trayecto, y nos han explicado que, debido a altercados con los maoistas, el tren hace una parada preventiva de seis horacas en la estación Tatanagar. 
Y en ello nos encontramos, ahora, cuando el reloj marca las diez y empieza a notarse el cansancio del viaje. Llevamos parados alrededor de una hora, así que ya va quedando menos.
Algunas familias aprovechan el parón para sacarse sus tapers llenos de comida picante y montarse sus picnics que muchos querrían para ellos en sus días de domingueo. Esta gente se lo monta pero que muy bien. Por ejemplo: las dos señoras que van debajo han extendido  una buena cama de periódicos y plásticos en una de las literas, sobre la cual han servido su cena: un montón de chapatis en un papel albal, un tapercito con una salsa marrón que probablemente sea dhal (sopa de lentejas), una bolsita que contiene una especie de cortezas, otro taper con arroz, su poquito de chai y otros dos tapers que no consigo ver lo que ocultan.
Otros pocos se pasean y charlan con unos y con otros y,  aún, restan personas que duermen plácidamente en sus literas. Esa es otra de las virtudes que tanto me gusta de los indios: su dormir. Es que duermen en cualquier sitio y en cualguier postura. Y siempre como troncos. ¡Qué tranquilidad! ¡Cuántos querríamos ese sueño para nosotros! 
Y hablando de sueño, me tendré que acostar que esta gente se querrá ir.

PAZ Y AMOR

2011/04/21

2011/04/21 BODHGAYA


Dame sand'ia que tengo calooooor...


A ver qui'en saca m'as leche.


10 rupees por la foto. Jeje. Ya no nos la meten.


El famoso 'arbol donde se ilumin'o Buddha.


Otro Buddha gigante.

2011/04/20

2011/04/19 ¡Escapa que me asfixio!

Varanasi da para mucho, pero el calor que ha estado machacándonos nos arrinconaba y debilitaba. Los últimos dos días apenas hemos salido de debajo del ventilador de la habitación o del pasillo del hotel. Han sido más de 48 horas seguidas sin bajar de los 28 grados y subiendo hasta los 40. Nos faltaba el aire, estando tirados en la cama sin movernos, sudábamos como condenados y mojábamos el colchón. No sé cuántos litros de agua nos habremos trincado, pero la de plástico que hemos consumido nos ha dejado asustados. Aún llevando unas gotas para clorar agua, no lo hacíamos porque el agua del chorro casi servía para hacer infusiones.
En fin, que allí nos juntábamos sentados en las baldosas del pasillo con Aina y Jairo, una pareja barcelonesa, e Isidoro, un chico loco de Guadalajara que viaja con su pedazo de violonchelo. Increíble gente la que vamos conociendo en este viaje de nuestras vidas. Y, bueno, ya se sabe que mal de muchos consuelo de tontos. Aunque no para Jairo, que el pobre se puso muy mal y con fiebre alta; tuvo que venir el doctor para diagnosticarle un golpe de calor. Al parecer ese mismo día había diagnosticado el mismo mal a muchos pacientes: a 48 en concreto.
Aparte de pasar una caló infernal, el ánimo nos dio para asistir a un par de clases de hindi con el maetro  Krishna Ji, un hombre muy simpático con el que refresqué lecciones pasadas y aprendimos cosas nuevas.
También visitamos la universidad hindu más prestigiosa de la India, con falsas esperanza de atender alguna clase como oyentes, debido a que están de vacaciones... ¡El campus más grande que he visto en mi vida!
Hoy, para las cuatro de la mañana abandonábamos corriendo el Shanti Rest House situado en el Hanuman Ghat (muy recomendable), con una sensación muy positiva de Banaras y de penilla porque el clima no nos ha dejado disfrutarla al máximo. Bueno, ya tenemos excusa para volver.
Ahora estamos en Bodhgaya, a algo más de cuatro horas de tren y 40 minutos de rickshaw, al sureste de la ciudad santa.

2011/04/18

Hay mucho Varanasi






2011/04/17 Kushi, Banaras, Varanasi

Nos encanta esta ciudad. Con el miedo y el respeto que habíamos creado en torno a la idea  de Varanasi, no dejamos de sorprendenos de lo mucho que nos gusta y de lo equivocados que estábamos. No es una ciudad limpia, pero para nada nos parece que sea más sucia que el resto de la India; hay mucha gente, pero tampoco es para tanto; nos imaginábamos un Ganges que atravesaba una ciudad por la mitad, y resulta que solo está habitada la orilla sur, quedando un espacio amplio al otro lado que quita cualquier sensación claustrofóbica... 
La ciudad antigua queda, entonces, en la margen sur de la sagrada Madre Ganga y forma con sus estrechas callejuelas un laberinto de bazares y templos. En la parte que da al río se extienden numerosos ghats donde transcurren los acontecimientos más importantes y sagrados. Se puede pasear  de punta a punta, recorriendo unos 2-3 kilómetros de continuos contrastes: gente jugando al criquet, lavando la ropa y coloreando así las largas escalinatas con sus coladas al sol, gente haciendo sus necesidades, vendiendo de todo, limpiando búfalos, preparando chai, rezando, cremando sus muertos, pescando, sadhus fumando marihuana, fieles con sus rituales... Se han escrito muchos libros sobre este sitio, pero la verdad es que hay que vivirlo, porque cada vez sorprende alguna nueva situación. La naturalidad con la que conviven vida y muerte es tan indiferente que no deja de sacudir a los occidentales que llegamos cosidos de tabús y represiones.
Desde luego, lo que más nos choca son las enormes pilas de leña que esperan  a ser compradas para las cremaciones, los muertos envueltos en paños brillantes y de colores esperando también a la hora de reducirse a ceniza y las mismas piras funerarias. Impone respeto, pero por otro lado, es medicina para ese misterio que rodea a la muerte. No es algo tan excepcional como nos gusta creer, la muerte es simplemente otro acontecimiento diario.
Según nos han contado, en el ghat principal, el Manikarnika, se suceden cada día aproximadamente 200 cremaciones, es decir, que a todas horas hay, como mínimo, una o dos piras encendidas. Al parecer solo  cinco tipos de muertes son las que se libran de la purificación del fuego: los muertos en accidente, las mujeres embarazadas, los niños, los muertos por picaduras de cobra y no me acuerdo de los últimos. Los cuerpos de estos son lanzados al río sagrado con piedras atadas a sus pies...
Este lugar nos tiene fascinados.






2011/04/15

2011/04/14 WELCOME TO INDIA

La jugada para entrar a la India no nos pudo haber salido mejor. El día 12 nos despertamos bien prontito para caminar los 2 kms hasta la carretera donde cogeríamos el primero de cuatro autobuses que nos acercarían a Sonauli: pueblo fronterizo indio. La frontera era para troncharse de risa. Miles de personas atravesaban la puerta hacia un país y otro sin que nadie, aparentemente, regulara el paso.
No obstante, precisábamos del sellito para que después, cuando salgamos de esta tierra multicolor, no nos pongan problemas, así que tuvimos que preguntar dónde estaba la aduana en aquel caos ordenado a su manera.
Ya sentados en la mesa, que era la oficina de inmigración, cogieron nuestros pasaportes y los inspeccionaron. Cuando, por fin, se dieron cuenta de que nos faltaban cuatro días para poder entrar legalmente, nos hicieron sentarnos en una zona más tranquilita. Allí, con cara de oficiales honrados, nos dijeron que necesitábamos el re-entry, que solo se obtiene en Kathmandu, y que sin él no podíamos entrar en India. Nos hicimos los longuis y les dijimos que pensábamos que cuatro días eran muy pocos y, como quien  no quiere la cosa, les preguntamos si no cabía ninguna otra solución. 
"-Bueno, quizá si nos pagáis tanto podríamos echaros  el sello...". ¡Acabáramos! Ya llegamos a donde queríamos llegar. Al escuchar lo del dinero, Gorka sacó de su riñonera el dinero que llevaba, que eran 1220 rupias nepalís y le dijo que aquello era todo lo que teníamos, que si no los quería volveríamos a Nepal y esperaríamos los días que fueran necesarios. Se lo pensaron, lo hablaron... y con cara de preocupación nos preguntaron cómo íbamos a salir de allí si todo nuestro dinero se lo dábamos a ellos,  tenindo en cuenta que en aquel lugar no había bancos. Salimos por peteneras, pero salimos bien, porque no solo aceptaron nuestro dinero, que era bastante menos de lo que nos pedían, sino que preocupados por nuestra precaria situación económica, nos devolvieron 200 rupias indias para que pudiésemos coger el bus estatal hasta Gorakhpur, ciudad en la que encontraríamos el cajero autmático más cercano. 
Everything is possible in India: Sab Kuch Milega.
Con bastante más  dinero en los bolsillos que lo que podíamos haber imaginado, nos fuimos a seguir con los trapicheos a donde el ferretero, quien nos cambió todo el dinero nepalí a rupias indias. Felices de volver a estar en este ruidoso y vistoso país, cogimos el bus a Gorakhpur, como amablemente nos había indicado el oficial de la frontera.
Hicimos noche en aquella ciudad, y al día siguinte a las 5.35 am cogimos el tren que nos bajaría hasta Varanasi, ciudad santa entre las ciudades santas. Habíamos oído de TODO sobre esta ciudad y, por fin, nos tocaba vivirlo in situ.


2011/04/12 Datos y Curiosidades de Nepal

* La gastronomía nepalí se limita a: Dhal Baat (arroz con sopa de lentejas y alguna verdurita. Normalmente espinacas), momos y chowmein (noodles). Se come bastante más carne que en India: pollo, búfalo, cordero... y también pescado de río. Las manzanas están cojonudas.
* Las cabras son los animales estrella: tanto con mucho frío como con mucho calor están por doquier. Nos hemos acostumbrado a jugar con ellos como con los perros. Son animales muy guays. Son también los preferidos para los sacrificios. Les siguen los búfalos y las gallinas. No se ven tantas vacas y las que hay  no están por las calles como en su país vecino.
* En menos de 50 kms puedes cambiar del frío de montaña al bochornazo tropical; en consecuencia, también hay una gran diferencia de paisaje.
* Luz y agua. Cortes a todas horas. Electricidad, porque no hay; y agua, aún habiendo a cascoporro, porque no hay instalaciones; y si las hay dependen de electricidad...
* Si normalmente se marca 0034 para llamar a España, desde aquí se suprime el 00 ¡porque sale más caro!
* La hora. En Nepal van un cuarto de hora por delante de los indios, lo que nos pone a 4 horas y 45 minutos por delante de España. 
* Siendo uno de los países más pobres de Asia, no se puede ententer (desde la perspectiva del viajero-mochilero y no la del viajero de vacaciones de verano) que sea tan caro. Ya de entrada la visa es cara, hay que pagar para cruzar ciertas plazas, para entrar en los parques nacionales, para hacer trekking, para todo. Además, por si fuera poco, al turista se le cobra más por ser quien es. Pero no un "más" razonable, si no que inflan los precios como locos. Y para colmar el vaso financiero, los nepalís no regatean. Te dicen "last price" y lo aceptas, o te vas a probar suerte en otra puerta.
* Todo el munco tiene móvil: cabreros, barqueros, conductores de bus, mujeres cargadas hasta las cejas... todos tienen móviles. Y cuando alguien les llama, dejan que suenen y suenen, mirando la pantalla, desculgan, siguen mirando con una distancia prudente y ya, cuando se les ocurre que quien llama ha esperado lo suficiente, responden.
* Nepal es un pueblo que canta y sonríe. Las chicas son muy guapas y la naturaleza inigualable.






2011/04/14

2011/04/11 Nepal va tocando su fin

No sé ni cómo llegamos a este recóndito paraíso natural de Ghatgain. Lo suyo nos costó. Veníamos buscando un lugar apartado de la ruta de los turis y lo encontramos. Ya llevamos cinco días desde que llegamos de Sauraha y nos queda aún otra noche. Nuestra idea era la de quedarnos aquí hasta que entrásemos en fechas para volver a cruzar la frontera hacia India, peeero ayer la dueña del G.H. vino a decirnos, amablemente, que nos echaba. Al parecer le viene un grupo grande y necesita la habitación. En fin, esta gente no entiende de delicadezas con el cliente. No somos más que un fajo de dinero derrochador.
Sin embargo, sabemos que no hay mal que por bien no venga, así que empiezan a ocurrírsenos nuevos planes. Como la de intentar cruzar la frontera antes de tiempo. Es casi seguro que nos pedirán dinero por entrar algunos días antes de lo establecido, pero si no piden demasiado ¡pa'lante!
Ghatgain se encuentra hacia el oeste de Sauraha y también linda con el Parque Nacional de Chitwan. Es un poblado Tharu, al que se llega caminando desde Patihani (2 kms). Los alrededores son bucólicos, tienen acceso a un bosque en el que la entrada es libre y  que bordea el Rapti River desde la orilla norte. Hicimos una incursión, siempre armados con palitos, y tuvimos suerte de avistar un cocodrilo; y, además, de hacerle una foto guapa.
La otra expedición ha tenido lugar esta mañana; que viendo el Parque Natural tan tentador en la otra orilla, a Gorka le iba a dar algo si se marchaba sin verlo. Así, hemos cruzado el río como lo hacen las mujeres que cargan con las hierbas recogidas al otro lado: caminando y luchando para que la corriente no arrastrara nuestros pies, y para que todas las algas y la vegetación no se enredasen en nuestros cuerpos.
No hemos ido más allá de un kilómetro y medio bosque adentro porque la tensión era grande: no solo por los animales que podían haber aparecido en nuestro camino, sino también por los guías y demás expedicionarios lícitos con los que podíamos habernos topado. Con adrenalina corriendo por nuestras venas, hemos podido ver un ciervo, dos pavos reales, una serpiente y un lagarto de cabeza naranja. También hemos oído nuevos e interesantes cantos de pájaros.

2011/04/11

2011/04/08 Un día por minutos

7.03 Hace tres minutos ha sonado el despertador. Ya hay gente fuera voceando y riéndose.
7.16 Gorka no se inmuta y me concentro en los diferentes cantos de pájaros que rodean el jardín de este apartado Riverview G.H. de Ghatgain. Al otro lado de la ventana el día ha amanecido con suavidad.
7.24 Vuelvo del toilet, que está a unos veinte metros atravesando el jardín y donde me he enfrentado a mi primer sustito del día: un ciempiés, gigante y peludo como los leones, dentro del váter turco. Meo, se cae al agujerito y me da pena... no he hecho nada para salvarlo. Antes de volver al cuarto camino hacia el río, que esta medio cubierto por la calima. No hay rinos.
8.58 Ya ha finalizado nuestra sesión de yoga. Lavadas las manos, nos preparamos un tecito con miel.
9.06 Un abejorro del tamaño de una nariz nos ronda al olor de la miel. Se posa en mi pierna y lo ahuyento como si nada. A veces me sorprende mi indiferencia. ¡Qué bonitas son las flores!
9.28 Nos preparamos para ir a Patihani con la esperanza de encontrar algún garito barato para comer. Este lugar está muy bien, pero es caro...
10.36 Internet. Intento fallido de firmar el paro on-line.
11.48 Nos sirven unos veg. momos en un chiringo de la calle. Aquí hay más moscas que en la tele de moscas. Los momos pican que se matan... con el calor que hace...
11.51 Pani bottle (agua) al canto. Sudo y  moqueo con el segundo bocado y Gorka ya está terminando.
12.14 Bañito en el Rapti River. El agua está a temperatura meada. Pero con el calor que hace nos sabe a agua milagrosa.
13.20 Duchaditos y la colada secándose.
13.29 Sentaditos en el jardín, refugiados en la sombra que ofrece el tejado de nuestra casita. De fondo la interminable melodía nepalí, que proviene de algún móvil. Esta gente no tiene mucho pero siempre va con el móvil pegado a la oreja; o de transistor.
13.47 Movidos por la pesadez de las moscas nos tendemos en las camas. Aquí dentro se está algo más fresquito.
15.30 Salimos del cuarto para pedir algo de comer y limpiarnos unos tomates para zampárnoslos con sal. 
15.44 Hay que espantar a las cabras que vienen a por nuestra comida. ¡Jejeje! Igual-igual que los perros.
16.16 Desvarío un poco por la calóóó. ¡Ay, ay, ay, ay! ¡Canta y no llores!
16.23 Voy a pasarme la hazada por las piernas, a ver si al meterlas en agüita mi termostato hace que baje mi temperatura corporal. Y de paso, trabajo un poco mi feminidad, que falta me hace...
16.50 Leemos un poquito. Singing Silence.
18.00 Dos aldeanos en carreta tirada por vacas, nos invitan a subir con ellos y, así, amenizamos nuestro caminito a Internesss... Vamos a por el segundo intento de firmar el paro.
19.26 Va a ser que me van a quitar el subsidio porque no hay manera de firmar nada.
19.53 Nos preparamos un tuti-fruti-ensalada con plátano, manzana, zanahoria y zumo de naranja. ¡Qué aproveche!
20.12 La cena ha estado exquisita.
20.24 Divagando sobre lo que puede querer decir la leyenda de la Torre de Babel. Bajo las estrellas y un millón de ranas cantándonos desde el río. ¿Qué más podemos pedirle al Universo?
20.43 Vamos a ver pescar a los locales.
21.40 Bueno, bueno, bueno... alguien nos ha gritado "hello" desde la oscuridad, y de igual manera le hemos respondido. Para romper la dinámica habitual y adelantarme a su pregunta estrella, le he preguntado a la voz, "where are you going?", y animado nos ha contado que se van a "kill fish" y nos ha propuesto que fuéramos con ellos. Yo no lo he dudado y no me ha costado nada convencerle a Gorka.
Así que hemos bajado a donde el grupo de amigos estaba sentado, y nos hemos presentado como hemos podido. Hablando de la Torre de Babel, la diferencia de los idiomas no nos daba mucha cancha para la conversación. Cuando han llegado los que faltaban, hemos bordeado el río corriente abajo y nos hemos parado cuando han considerado oportuno. Cinco chavales, armados con unos útiles de pesca caseros, llamados "choke", que consisten en una rama de bambú, de aproximadamente un metro, y una barra de acero con forma de broca, insertada en uno de los extremos. Al final de unos 50 cms de acero, la barra se divide en dos puntitas, y hace una especie de lengua de serpiente afilada. Con eso y la ayuda de una linterna  caminaban río arriba con el agua hasta las rodillas. Un sexto compañero llevaba la bolsa en que depositaban la pesca. 
Ha habido un momento en que se han puesto a mirar todos a un punto discutiendo. Formaban un medio círculo abierto hacia la corriente que les venía encima, tenían las linternas metidas en las bocas y el arma a punto y ¡podían comunicarse! Si ya el nepalí suena a muy-igual-todo-el-tiempo, ni os podéis imaginar con una linterna en la boca.
Han pescado un cuarto de bolsita de cuatro tipos diferentes de peces. Nos han dicho los nombres en su idioma y ya no me acuerdo. Todos eran más pequeños que un palmo, algunos con forma de anguilillas, otros atigrados y otros tan normales.
22.01 Recogemos y nos vamos de retirada.
22.14 Como no hay lavabo en este fin del mundo, nos hemos ido a cepillar los piños a las cuatro paredes que hacen de ducha. Allí ahi un chorro de agua que cae desde la altura de la cintura y siempre te moja los pies; a veces, incluso, con pasta de dientes. Bueno, pues en ese habitáculo había dos cienpiés, uno peludo como el de la mañana y otro negro y sin pelo; una ranita que no se movía de su rincón del susto que le hemos dado al entrar; diversas arañas de diferente índole y tamaño, y mosquitos a docenas.
22.21 Hagan juego, señores. Gorka está un poco animadete y toca partida de cartas. Además, hemos aprendido un juego nuevo nepalí, parecido al chinchón, y estamos un poco viciadetes.
22.44 Se fue la luz. Hora de dormir que ya es tarde y mañana hay que levantarse prontito para aprovechar que no casca todavía el sol. Gabon.

Espectacular martín pescador.

Las sombrillas al otro lado del río son nuestro comedor.

Bien de algas en el Rapti River.

Expedicionario con arma.

Cocodrilazo en el bazo.

2011/04/08

2011/04/03 Dos acercamientos al mundo animal

1. Nos hemos encontrado con un perro herido cuando íbamos a desayunar. Al pobre le han cortado la cola durante la noche, y tenía la avería sangrando. He sentido una lástima muy profunda y he sentido incluso culpa. No puedo entender cómo alguien puede hacer algo así.
Nos ha contado el manager del Chilax House que, aparentemente, se ha peleado con otro perro y que ha perdido la cola durante la trifulca. Pero eso no hay quién se lo crea. He llorado como una madalena al ver la carita del animal.
Lo hemos limpiado, le hemos puesto betadine y lo hemos cubierto con un pañuelo para que las moscas no le infectasen la herida. También le he aplicado un poquito de reiki con intención de aliviar su dolor y su congoja. No tengo mucha idea de medicina, pero nos ha parecido que el corte se veía limpio... 
Ese poquito de amor que le hemos dado el perro lo ha notado y, eso, ya le va a hacer bien. El que diga que los animales no tienen sentimientos es un bestia, y al que le falta sentimiento es a él mismo. 
¡Ójala nos diéramos más amor! Es necesario para curar nuestras almas, que están olvidadas.

2. Ayer nos pusimos a caminar y encontramos unpaso alparque que no estaba siendo vigilada. Nos armamos con dospalos y nos adentramos en élpara versi podíamos ver algún bicho salvaje. Nocaminamos más quedos kilómetros adentro, perofue másquesuficiente. Pudimos ver un ciervo, un gallo salvaje y un elefante en el río. No sabemos siera salvaje o no, pero no vimos a ningún cuidadorcerca y estaba gozando del baño largo y tendido. Nosacercamos para poder observarle decerca. Al muy listo no le hacíafalta levantarla cabeza para saberde nuestrapresencia; elevabasutrompa y situaba su apertura de manera que apuntaba directamente a donde estábamos agazapados. Noshubiera encantado entrar al río con ély ayudarle a echarse agua por todo su cacho cuerpo,pero no nos atrevimos...
No obstante, nuestro deseo fue escuchado, ya que cuando regresábamos nos topamoscon un hombre que guiaba a su elefante al río. Le preguntamossi iba abañarlo y cuando nosdijoque sí leofrecimos nuestra ayuda. La aceptó tímidamente. Lo seguimos hasta el agua y vimos como el amo le hizo tumbarse suavemente. Empezó aecharse agua con latrompa y su amoleayudaba por laespalda. Nos hizo una señaly nos metimos alrío para refrescar a aquelmastodonte. Pudimos acariciar su áspera y gorda piel con sus ásperos y gordos pelos. ¡Fue maravilloso!




2011/04/05

2011/04/02 ¡Que no me empapo!

Eso me dice Gorka. Aquí estamos esperando a que nos hagan la comidita y él se ha acordado de que hoy televisaban la final del campeonato mundial de cricket entre India y Sri Lanka. De las poquitas veces que hemos visto este deporte, Gorka consigue recordar a los jugadores indios y comenta las jugadas con nuestro cocinero.
¡Fíjate cómo son estos indios! El que acaba de lanzar la pelota lleva puestos tres kilos en cadenas de oro... Y hay otro que está jungando con un sombrero blanco de aventurero... Hace poco estuvimos comentando con alguien que parece claro que la raza gitana tiene que tener sus orígenes cerca, si no en el mismo sitio que los indios. Es que tienen tantísimas cosas en comun, empezando por el color de piel y sus rasgos faciales, tan diferentes a los del resto de asiáticos.
¡Hay que ver! Con las ganas que teníamos de descansar un poco de India y las ganas que tenemos ahora de volver. Resulta que que estamos algo desilusionados con Nepal; y no por su belleza natural indiscutible, sino por sus habitantes. Será quizás consecuencia de las altas espectativas que teníamos, pues casi todos los viajeros que nos encontramos en India nos habían contado maravillas sobre esta gente. Sin embargo, nos hemos encontrado con unos nepalís bastantes corrompidos por el dinero que ha traído el turismo. La verdad es que nos cuesta recordar que hayamos tenido una conversación con alguno de ellos sin que hubiera una alusión, patente o latente, a nuestro poderoso caballero don dinero. Pero bueno, tampoco me parece justo criticarlos porque esta tierra es muy pobre y está atrapada, además, por dos vecinos que son ambos titánicos y poderosos.

EN ESTE PUEBLO HUELE A FLORES Y A MARIHUANA:






2011/04/03

2011/04/01 En Chitwan

1. Pirrruuuu pirrrruuu pirrrruuu
2. Uich uich uich uich
3. UuIu UuIu UuIu
4. Chirulililili chirrr chirulilaulaulau
5. Txio txio txio txio
6. Txipititxiptxiptxip
7. Kokorrooo
8. Chui chui chui chui
9. Pirrrrri pirrrrri pirrrrri
10. Kuiuku kuiuku
...
No llego a diferenciar los cientos de cantos que llegan a nuestros oídos en este apartado Chilax House de Sauraha. Este poblado se encuentra en la frontera centro-norte del Parque Natural de Chitwan. De nuevo el entorno de altas montañas ha dejado paso al selvático, y el clima ha variado bruscamente. Nos ahoga un poquito este bochornazo tropical, pero es preciso sentirlo si queremos disfrutar de este paraíso de la jungla, donde el cielo y los árboles se vuelven el habitat normal de animales nunca antes vitos: pájaros chiquitines, vivarachos y rojos-rojos, otros blancos con colas largas y serpenteantes (bee eatear paradise: "come abejas del paraíso"), espléndidos martín pescadores azul intenso, aves de cuerpos y picos  "atucanados", mariposas de miles de colores, tamaños y diseños... No me voy a poner a describir más porque mi memoria hace lo que quiere y se inventa pájaros con cabeza de una especie y alas de otra... Acaba de posarse en un árbol que está a tres metros de la ventana  un pájaro verde, naranja y amarillo del tamaño de una paloma grandota y un canto muy fuerte... ¡qué maravilla! Lo que está claro es que si hubiera sido ornitóloga me hubiera sabido todos sus nombres, pero también, que no lo hubiera podido disfrutarlo mejor.
Los lagartos y geckos son otros bichillos que nos cautivan con sus formas y sus cantos que imitan a los de los pájaros. Cuando cae la noche le llega el turno a los grillos, las cigarras, las ranas y los mosquitos. ¡Vaya pelea tuvimos anoche con estos últimos! La mosquitera que había en la habitación no estaba bien centrada y estos insectos infernales se servían de alguna de las esquinas para entrar en nuestro terreno del sueño y hacerse con nuestra suculenta sangre. Cada hora y media-dos horas abría los ojos porque, incluso en mi sueño, una luz me cegaba los ojos. Era Gorka con el frontal y con ganas de masacre. ¡Jeje! Ahora me río, pero tengo el cuerpo curioso.
Más animales: los elefantes son muy comunes por etos lares. Hay mucha gente que viene a hacerse un safari en elefante, por eso los que vemos son todos mansos. Por lo menos hasta que no les hagas nada malo. Ayer mismo, volviendo de un paseo de atardecer avistamos seis pedazo elefantes, aligeramos el paso y nos pusimos tras ellos para poder deleitarnos con su paso vago y majestuoso. Bello animal, el elefante.
¡Y arañas! ¡Grandes y gordas! Pero a estas criaturas no les voy a poner más detalle que solo con imaginármelas empiezo ya a apretar el culo.

Esos sí que son un árbol y una espalda.

Arrozales de los Taru.


Elegantes elefantes.

El barquero que cruza a los turis de orilla a orilla, al atardecer.