2011/04/25

2010/04/25 Santana Hotel, Puri, Orissa

Pues ya estamos en la costa... No se puede decir que no hace calor, pero en la playa siempre hay viento y de noche la temperatura se tranquiliza un poquito.
El mar índico en la bahía de Bengala. Nos ha soprendido lo vivo que es el mar en esta costa del noreste. Y lo calentito que está. Y lo poco sucio. Esperábamos una mar a la que nos diera repelús entrar, pero no podíamos estar más equivocados. Si bien es cierto que la playa que queda en frente del poblado pesquero es el vertedero-cagadero oficial del lugar, si se camina más allá de donde aparcan sus txalupas se llega a un zona casi desértica. Algunos señores más recatados que el resto, llegan para hacer sus necesidades bastante lejos, pero hay playa para dar y tomar, así que el que busca tranquilidad la encuentra sí o sí.
Sobra decir que aquí, como en las demás Indias, los contrastes y los colores son los protagonistas; y que si se va con una cámara de fotos y momentos artísticos, el 70%  de las ilustraciones salen magníficas por sí solas.


El señor que prepara el mejor sweet lassi de la historia. Por veinte rupias más también te saca el famoso bang-lassi, el batido de marihuana que pone a Shiva bailando en tu cabeza. Aún no lo hemos probado, pero quizá un día de estos...


La recompensa del mar.


¡A la mar, pescadores!


Las txalupas son el escondite perfecto para descargar el vientre.


El pueblo de los pescadores quemando su basura en la playa.

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