2013/01/14

2012/10/17

2012-10-17 Hasta aquí llegaron las aventuras viajeras

Cambio. Hemos dejado de viajar de forma constante. El cambio, la decisión de cambiar nos ha llegado de forma natural, espontánea e inesperada. El entusiasmo que nos causa enseñar lo que sabemos de yoga es lo que ha propiciado la suavidad con la que se ha producido el cambio.  
El viaje comenzó allá hacia abril de 2010, cuando decidí que iba a dejar el trabajo en la oficina de la forja, para preparar un viaje a la India donde llegaríamos con el principal objetivo de beber más del yoga. En noviembre de ese mismo año volamos hasta el país de las mil definiciones. En diciembre nos formamos como profesores de yoga. 
El viaje por diferentes países de Asia se prolongó casi sin querer; fue tan sencillo como deslizarse por unos toboganes de mantequilla no demasiado inclinados. Cuando iba a cumplirse un año de nuestra llegada a aquellas tierras del este, optamos por hacer la ruta de regreso, pero no hacia un regreso total, pues teníamos claro que no queríamos volver a tener la misma vida que teníamos antes. Nos aterraba la idea de volver a caer en los mismos roles, de olvidarnos de vivir la vida, de dejarnos atrapar por las tantas comodidades, por el consumo, por la falta de conciencia.
Así que tras pasar un par de meses con la familia, estábamos "On the Road Again". Esta vez fue una ruta sobre ruedas y junto a nuestro gran peque "Hulk". Nos dio por ir a conocer diferentes proyectos de vida, diversas gentes con diversas perspectivas hacia la vida. Cerca de casa encontramos tesoros que quizá no hubiésemos encontrado si no hubiéramos comenzado el viaje tiempo atrás. Y es que junto el viaje exterior también había empezado un viaje interior que abriría en nuestras mentes nuevos territorios inexplorados, nuevas maneras de entender la vida, pequeñas consciencias puntuales que harían que cambiase nuestra consciencia en un nivel más general. 
Y ahora, el momento de parar, nos ofrece un espacio donde poder llevar a cabo todas esas cosas que no era posible realizar cuando estábamos rodando. Ahora sabemos escuchar a nuestro interior y hacerle caso. Bueno, o por lo menos, esa es nuestra intención. Tomar decisiones que simplemente nos hagan más felices y/o más tranquilos. Intentamos ser cada vez menos complicados y más verdaderos, y nos da que vamos a necesitar toda una vida para poder llegar a eso que deseamos. 
Y dicho esto, me despido de este blog que comenzó con un viaje a lo lejano y desconocido en la tierra, y ha llegado muy lejos en lo más profundo de mi ser. No voy a dejar de escribir, porque eso sería como cometer un asesinato, pues me encanta hacerlo y también poder compartirlo con quien quiera recibirlo. Solamente que, siento que el viaje exterior a terminado. Empieza una nueva etapa por descubrir y no me apetece que sea una continuación de este blog, sino más como un punto y aparte. 
Gracias a todos los sedientos de aventurillas y anécdotas que me habéis acompañado durante el viaje. Ha sido un placer escribir para todas vosotras!

2012/09/27

2012-09-27

La vida a vuelto a darme otro giro inesperado. Hace algunas semanas un amigo dio nuestro teléfono a una empresa que organiza las actividades de unos cuantos polideportivos para que se pusiesen en contacto con nosotros. Nos encantó sustituir durante dos sesiones al profesor de yoga. Fue nuestra primera experiencia de profes remunerados. Un grupo de alrededor de 17 personas. Un grupo heterogéneo y agradecido; salimos los dos días con una sensación positiva y expansiva.
Esta semana volvemos a sustituirlo para las dos sesiones semanales. 
De todos modos, no es ese el giro inesperado, sino solo una sorpresita para ir haciéndonos el paladar. Pues la empresa volvió a llamarnos esta vez para ofrecernos un grupo para todo el curso, es decir, un grupo que recibiría dos sesiones de yoga semanales desde octubre hasta junio. 
Los primeros días nos quedamos un poco en shock, ya que en nuestra mente seguían haciéndose caminos hacia otros lugares y otros proyectos. Pero gracias al paso del tiempo y el relajamiento que nos ofrece, nos hemos dado cuenta de que es una oportunidad increíble para empezar con algo que nos encanta hacer, una oportunidad para seguir creciendo a nivel personal, una oportunidad para enseñar y aprender. No contábamos con ello, pero ahora que nos ha llegado lo recibimos con mucha ilusión y gratitud.
Esto significa que por el momento echaremos el freno y nos centraremos un poco, para poder llevar a cabo esas cosas que durante el largo viaje se nos ocurrían pero que no podíamos realizar por no estar el tiempo suficiente establecidos en un lugar. 
Tendremos que estar muy atentos y alertas, pues la vorágine de Babilonia es patente y a la vez subliminal. Sin embargo, conocemos nuestras preferencias, aunque todavía muchas veces nos dejamos arrastrar por el entorno, y eso  nos da fuerza y confianza.
Voy a emprender este viaje a la experiencia prolongada de ser profesora y alumna a la vez, mientras siga siendo feliz y viviendo en paz. Si en algún momento se me acaba el entusiasmo y la intuición me dicta otros rumbos, espero tener el corazón lo suficientemente fuerte para que yo pueda escucharlo.
Nos deseo mucha suerte y mucha sabiduría para saber transmitir fácilmente lo que sabemos y encajar abiertamente lo que se nos descubra.

La vida es un lugar de infinitas oportunidades. Lástima que la mayoría de las veces no las reconozcamos. 

Imagen encontrada en la red.

GRACIAS VIDA, una vez más.

2012-09-26

Me encanta cómo se ve Udala desde la ventana de la sala. Las tres rocas que dibujan su cumbre se unen para formar la figura de una mujer. Se ve tan bien dibujada que parece sea una imagen en un cartón, porque me da la sensación de que me puedo acercar y apartarla con la mano, como si fuese el decorado perfecto de este escenario.
El telón de fondo varía cada día. Hoy es precioso, pues es el cielo azul y claro atravesado por centenas de nubes de diferentes formas, tamaños y tonos de blanco. El sol refleja su luz contra sus cuerpos de algodón y ellas también parecen brillar. Sin embargo, en Udala proyectan sus sombras, dejando ver solo algunas franjas soleadas que van cambiando de lugar, forma, tamaño y claridad. Ayer llovió bien, por eso hoy el ambiente está tan limpio. El aire refresca.

2012/09/13

2012-09-13 Maternidad

Últimamente pienso mucho en la maternidad. Es normal en la vida de una mujer que nuestro ciclo nos la haga intuir. Además, es la época cuando más de cerca la vivo, ya que casi todas las amigas que conozco desde la infancia están embarazadas, con niños o en camino... 
La maternidad, esa gran sabia bondadosa, esa diosa que sabe regalar amor sin prejuicios. Creo que, una vez más, estoy a punto de embarcarme en otro viaje de los que cambian tu vida. No tengo prisa, a sí que esperaré hasta que mi compañero de caminos esté preparado. Aunque "estar preparado", no creo que se llegue a estar nunca. 
Yo he pasado una periodo bastante largo, en que pensar en ello me resultaba incómodo. Supongo que me asustaba ante la puerta bajo el letrero de "ser madre". Me preguntaba si yo quería ser madre, por un impulso interior natural o por el hecho de que esta sociedad empuja a la mujer a serlo. Dudaba de si la maternidad en mi vida sería decisión propia y original, o la reacción que se esperaría de una mujer, más o menos de mi edad... he llegado a sentir incluso miedo, pero siempre entendiéndome y dándome cancha. Pues, lo primero que tuve que aprender es que la mujer vale lo que vale, haga o no haga, lo que el resto espera de ella. Y no fue nada fácil. 
Cuando ya tuve claro que podía ser una mujer completa aunque decidiera no tener hijos, entonces, me volvieron a asaltar las dudas."¿Pero una cómo sabe o cómo siente si quiere ser madre?" . Me comentaban que cuando se sabía, se sabía y punto. 
Pues bien, la última que me habló sobre el tema fue una amiga de Suzanne, la mujer en cuya casa estuvimos en Navas del Rey: Maite, una simpática mujer que no solo cree en las estrellas y sus energías, sino que sabe cómo expresarlas. No me dijo nada estrambótico, nada que yo en lo más profundo de mi ser no supiera. Sin embargo, desde aquella charla distendida que mantuvimos, algo se ha transformado dentro de mí. Creo que ahora ya no tengo miedo a ser madre. De hecho, empiezo a sentir que se avecina el momento. Mi útero se abre de brazos para acoger la vida, para ser la casa de la creación de una nueva vida. 
La verdad, es que tanto el embarazo, como el parto y el consecuente cambio de vida, contrario a amedrentarme, hacen que me entusiasme como cuando me entusiasmo ante un próximo viaje. Al fin y a la postre, es simplemente otra perspectiva con la que afrontar el mismo pensamiento, ¡y me encanta! Ahora sí que consciente y alegremente quiero ser ama.

Imagen encontrada en la red.


2012/09/02

2012-09-02 Con Kontxa

El 27 de agosto llegamos a Markina-Xemein, a casa de la ama, la amama y el aita de Gorka. Cuando todos hubieron terminado de meter sus maletas en nuestra furgo (que previamente habíamos vaciado), Gorka se sentó en el asiento del chofer (que es él mismo) y partieron hacia el aeropuerto. Yo me quedé con amama Kontxa en casa.
Desde entonces nos dedicamos a estar con ella y a repartir amor. Nos despertamos, Gorka saca a Hulk, yo hago algo de yoga, desayunamos, nos sentamos en la sala, estamos, otro paseíllo con Hulk, comemos, nos sentamos en la sala, estamos, otro paseíllo con el cabezón (con corazón), damos de cenar a amama, y volvemos a sentarnos en la sala. Y soy feliz. Tomarme el tiempo para escuchar las palabras que salen de su torpe lengua ya anciana me llena de ternura y satisfacción. Tiene 87 años y ha trabajado toda su vida. Se le salen las lágrimas cuando recuerda lo duro que tuvo que trabajar desde su coartada infancia y durante toda su vida. La vida de los pescadores era la de los pobres. Así me dice ella. Y no puedo más que estar con ella y ofrecerle mis dos orejas que acogen con dulzura lo que sus labios me quieren contar y mi corazón para trasmitirle cariño y paz. Mas su dolor vuelve a aparecer como si fuera la primera vez... ¿¡qué será vivir la senilidad!?
Es un verdadero placer poder compartir mis horas sentada con un cojín en la espalda, con la aguja de ganchillo en mi mano derecha, tejiendo y en silencio, y en el silencio de Kontxa, y en nuestro silencio compartido. A veces la tele está encendida pero yo de la misma manera sigo en silencio. Como en este momento. 
Sé que es aquí donde tengo que estar. Si no, no entendería esta sensación de plenitud que me invade desde que precisamente estoy aquí y hago lo que hago. 

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2012/08/20

2012-08-20 Deshaciéndome de la vergüenza

- ¿Qué es la vergüenza?
- Yo la vivo como inferioridad. Como si creyera que mi manera de ser, de vivir o de pensar no fueran dignos de respeto. Como si esperase que los demás me aprobaran. Como si quien soy pudiera estar mal... 
- ¿Pero qué cosas a quién se le ocurre? Ande yo caliente y ríase la gente.
- Pues a mí no solo me ocurre, sino que me lo creo y me acaba doliendo. Y, la mayoría de las veces, no me doy cuenta de que ni siquiera ocurre. Simplemente, ella termina expresándose mediante alguna otra sensación que me hace sentir mal.
- ¿Y a qué tienes realmente vergüenza?
- Pues, por ejemplo, a expresar mi espiritualidad. 
- ¿Por qué? ¿Qué tiene eso de malo?
- Es la palabra. Crecí creyendo que era una palabra ridícula. 
- ¡Je! ¡Je!
- Es verdad. La espiritualidad era algo relacionado con las clases de religión, que eran lo peor y más aburrido. La espiritualidad era creer en ese Dios tan dibujado en las iglesias y los cuadros de los abuelos y abuelas. La espiritualidad estaba pasada de moda. La espiritualidad era una palabra totalmente vacía. ¿Cómo iba yo a hablar sobre algo que no era más que una invención de los "viejos"? 
- Sin embargo, ya hablas de espiritualidad, ¡y no poco!
- Sí, pero solo con la gente que realmente me conoce. Sobre todo y especialmente con la gente que me ha conocido tras haber empezado a experimentar y a vivir la espiritualidad. Cuando estoy con la gente que conoció a la que fui... reacciono como si en ese entorno volviese a ser quién fui, esa que creía que la espiritualidad era algo cursi, algo ridículo, algo anticuado. algo inventado y sin significado.
- Pero, ahora ya he descubierto lo que realmente significa, entonces, por qué seguir cargando semejante lastre? ¡Deshazte de ella!
- Sí, estoy en ello, pero cuesta. No es nada fácil enfrentarme al hecho de que tengo vergüenza, porque cuando la siento, el mismo sentimiento de vergüenza tiene tanta vergüenza (está creada únicamente por ella misma) que no se deja ver tal y como es, le da mucha vergüenza el mismo hecho de mostrarse, de aceptarse.
- ¡Pero estoy aprendiendo a vivir creyendo en mis verdades, que son las únicas que hay! 
- Sí, por eso me comprometo a mostrarme tal y como soy, aquí y ahora. Porque me quiero y me respeto. Porque ya entiendo que soy yo mi única juez. Que a los demás les gustara o no, pero solo puedo ser lo que soy. Quien quiera que me tome, y quien no quiera que no lo haga. 
-Y que todo el mundo sea feliz.

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