2012/08/12

2012-08-12

Unos días de quietud en Cubillas, que la temperatura no daba para mucho más, y a rodar hacia el norte. Entramos en la Sierra de Gredos desde Talavera de la Reina y gracias al señor de la gasolinera de Ramacastañas, encontramos un lugar paradisíaco. Es verdad que nos escapábamos de los calores andaluces; lo que no sabíamos era que por toda la península azotaba ya una ola de calor insufrible... de todos modos, al lado de Arenas de San Pedro, un oasis llamado La Francisca nos refugió, ofreciéndonos sus sombras y sus aguas frías y potables para refrescarnos y deleitarnos. Un sitio idílico: un cauce de río hecho de grandes rocas, cataratillas y pozas a montón. ¡Pero unas señoras pozas: de guapas y de grandes! Pena la mía por andar sin camarilla y por perderme mis momentos artísticos... pero ya llegarán las fotos cuando tengan que llegar. 
Total, que de allí nos acercamos por la M501 hasta Navas del Rey, donde Suzanne nos esperaba con una sonrisa y como si nos conociéramos de toda la vida. Contactamos con ella, una semana antes, a través del portal de Helpex. Una mujer holandesa que ha vivido lo suyo y sigue luchando con sus dos hijos, Gino y Georgia para salir adelante y, sobre todo, para poder hacer realidad uno de sus sueños. Así que aquí estamos para echar un cablecillo en lo que haga falta y escuchando cuando haga falta. 
A veces nos topamos con gente extraordinaria en el camino, que nos hace sacar lo mejor de nosotros mismos para poder entender el sufrimiento que han vivido y medir la fuerza interior que emanan. Sin ir más lejos, ayer, mientras observaba a Suzanne que preparaba unos pancakes y conversábamos sin prisas, sentí el impulso de tocarla, abrazarla... no sé, es como si supiera que justo allí tenía que estar en aquel preciso instante para poder ofrecerle un poquito de amor. Aunque ella ya sea puro amor. 
En la vida suceden muchas cosas que intentamos evitar a toda costa. Pero no por ello dejan de suceder. Y le pasan a todo el mundo... cada cual tiene lo suyo y es menester de cada cual saber sobrellevarlo, levantar la cabeza y seguir apuntando alto. Y eso resulta más fácil si estamos en paz con nuestra alma. 
ALMA. La tan olvidada Alma. La gran poderosa Alma. Que tiene tanto que ver con la felicidad real y más profunda... 
FELICIDAD. La tan olvidada Felicidad. La tan pacífica y bondadosa Felicidad. Que tiene tanto que ver con el impulso de la vida, la sabiduría y el amor.
SABIDURÍA Y AMOR. ¿Qué es la Sabiduría? ¿Dónde se esconde? ¿Y el Amor? ¿Quién es el que lo reparte? Esa Sabiduría que reside en el Amor, y ese Amor que reside en la Sabiduría... 
¡Ojalá fuese capaz en todo instante de escuchar a la Sabiduría y hablar como si fuera el Amor en persona! Solo he de ser consciente, pero hoy he leído que alrededor 70 000 pensamientos cruzan nuestra mente al día, de los cuales nuestra mente consciente solo controla un 5%. El restante 95% le pertenecen a nuestra mente inconsciente... ¡Habrá que hacer un esfuerzo para poder cambiar esos porcentajes! He ahí uno de mis propósitos más elevados en esta vida. 
Un propósito, que desde hace unos cuantos años, me ha encarrilado en un camino sin dirección establecida y sin metas visibles en el horizonte. Un propósito que es un camino en sí mismo y por sí mismo. Un camino que tendré que caminar hasta que finalmente muera. Un camino que tomo conscientemente y que pierdo inconscientemente... pero, es lo que hay, ese es mi trabajo. Lo bueno es que en cuanto me doy cuenta y me conciencio de que me he perdido, ya he vuelto a mi camino...
¡Seamos felices! Y no nos olvidemos que la felicidad no es repartida con una barita mágica, sino que una opción de vida. 
Yo, por lo pronto, me voy a comer una nectarina fresquita. 

Imagen encontrada en la red.

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