2011/01/29

2011/01/25 ... continuando


A la mañana del 24 llegó nuestro amigo Bilal con dos nuevos turistas a los que habían arrastrado de la estación. De hecho, mientras Bilal intentaba convencerlos en la salida le llamó a Hussein, que en aquel momento estaba con nosotros en el jardín, y le pidió que le llevara a Gorka a toda leche en la moto para que este, a su vez , les ayudara a convencerlos. Allí que se fueron los dos como rayos y pita que te pita a la estación.
Según nos contaron Alejandro y Florencia, de Argentina, los recien llegados, cuando vieron a Gorka aparecer en aquel tumulto de come-turistas les pareció ver al salbador. Así que todo resultó beneficioso para todos; para ellos por tener la fortuna de acabar en el Chander Niwas Guest House y para Bilal, que con la ayuda de los buenos comentarios de Gorka, el proceso de captación del turista fue coser y cantar.
Desayunábamos todos juntos mientras empezábamos a conocernos y entablar amistad y, en una de estas, Chitra Kumari se asomó al comedor. Sin mediar palabra se acercó a mí, me cogió las manos, me sonrió y me besó en las dos palmas. Y otra vez el corazón se me encogió de no saber cómo reaccionar ante tal demostración. Fui demasiado lenta, más bien me quedé atónita y sin movimientos, y sin palabras... ahora me arrepiento de no haberme levantado de golpe y haberla abrazado.
Al mediodía los argentinos nos convencieron de que fuésemos con ellos a Karni-Mata, también conocido como el Templo de las Ratas. Este templo está a unos 30 kms de Bikaner, en un pueblo llamado Deshnok. A este templo sagrado llega mucha gente porque es bastante diferente a los demás. En este templo hay cientos de ratas. Asqueroso, para qué voy a mentir, pero muy curioso. Según dicen, estas ratas son también sagradas y allí andan como Pedro por su casa. Les ponen grandes cuencos de leche y de comida y todas se arremolinan de un lado a otro. Claro, como a todos los templos, hay que entrar descalzo, lo que aumenta la tensión y las palpitaciones y la adrenalina. Yo tuve mucha suerte de que ninguna me pasase por encima de los pies, pero Florencia no la tuvo de su parte. Una rata le rozó el pie descalzo y como reacción natural dio un respingo. Los demás feligreses nos miraban con una sonrisa pícara o, directamente, se reían de nosotros.
Pero ahí no queda todo el intríngulis del lugar. Entres todas aquellas ratas que se pasean por todas partes (hasta por encima de las barandillas...) hay una que es blanca. Dicen que quien la ve, tendrá mucha suerte en adelante. Nosotros no fuimos afortunados, solo vimos a un montonazo de ratas grises de largas y repugnantes colas correteando sin parar... nada de Blanca Nieves ni de Ratoncito Pérez.
Por la tarde, estaba jugando con los niños al badminton (juego que se lleva mucho por aquí) en el descampado de delante de casa, cuando llegó Hussein en su moto con dos hermanos de Barcelona, Xavi y Borja. Empecé a charlar con ellos y me contaron que viajaban con un tercer amigo y que llegaría en un rickshaw con Bilal y Sandi Solo. ¡Cuál fue mi sorpresa cuando vi que el que llegaba era Mikel! Un chico de Portugalete que conocimos en Rishikesh cuando estuvo currando de voluntario en el orfanato de Ramana's Garden. ¡Increíble!
Nos juntamos todo el mundo a cenar y a pasar un buen rato entre risas. Resulta que esa misma noche viajaban a Jaisalmer, como lo haríamos nosotros también: ellos en  bus y nosotros en tren. Bilal llamó a un amigo suyo de Jaisalmer y nos buscó rápidamente  habitación a los cinco, con el plus de que nos fueran a recoger a cada cual a las respectivas estaciones. Redondo.
Nuestro tren salió a las 23.35 de Bikaner. Compartimos compartimento con un matrimonio mayor y muy amable. Resulta que encontré detrás de aquel humilde señor a una persona sabia de la vida y con la que mantuve una conversación de la que no con todos consigo tener. Estuve muy encanda de haber coincidido con él y poder escucharle. Buena filosofía de vida y mejores consejos para ser feliz y vivir en paz. ¡Qué pasada!
Cuando me acosté en mi litera no imaginaba qué podría sucederme a continuación que pudiera mejorar TODO lo que me estaba pasando. Creo que me dormí como si ya hubiera entrado en el Cielo de los Buenos. Solo me quedaba o bien dormir plácidamente o bien tener dulces sueños; pero aún me quedaba algó más por sentir. Me dormí antes que en ningún otro viaje y, además, dormí bien. A eso de las 3.30 de la madrugada el Señor del Compartimento me despertó para despedirse (que él ya se bajaba) y me habló  con el corazón. Sin tener tiempo ni de sacar los brazos del saco posó una de sus manos en mi frente y después se las besó. Lo que llegé a hacer fue desearle una buena y feliz vida con mi voz adormecida y mi corazón, de nuevo, encogido.

Florencia, Liam, Borja, Mikel, Xavi, Hussein and me.

Una boda en Karni Mata, nos cogieron para la foto.
La cena familiar con Hansha y Mohiraj.
Raticas...

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