2011/10/30

2011-10-30


El estrés del duro trabajo nos hace perder los estribos.
La verdad es que nos lo pasamos bien incluso podando... 
lo poco que nos exigen lo hacemos con mucho gusto y diversión.


El martes, que la jornada se nos alargó sin queriendo, se nos ocurrió
hacer un poco de yoga para estirar. Estuvimos casi todo el día agachaditas
sacando raíces y malas hierbas, y Gorka acabando
 la pérgola con Stephen; asín que los huesos agradecieron
un poquito de cariño y atención. Stephen, se partía de la risa porque 
algún vecino pasó con su coche y nos miró raro-raro... 
Pero no veas Anne lo bien que se ejercitó.


De charla para relajar la jornada... a veces ejercitar la mandíbula 
después del día de labor, también sirve para destensar tensiones.


Así quedó la pérgola y mi celosía de bambú, por donde en primavera 
caerán las flores de las glicinias que ya trepan pared arriba...
 pas mal! 
Al finalizar este trabajo bien hecho, Stephen sugirió un 
abrazo a ocho brazos, y así fue.
Maravilla de gente.


Nuestros anfitriones partiéndose de nuevo, porque Gorka
no para de hacer risas ni debajo del agua.
De viaje hacia Auray... no dejan de mostrarnos lo bonita que es Bretaña.


El puerto de Saint Goustan en Auray. 



Además de traernos de viaje nos invitaron a una crepería...
El sitio: pequeñito y acogedor
Los crepes: im   presionantes, en dos palabras.


También no sacaron de farra.
El viernes bajamos a Guemene a ver un concierto en un bar.
El señor de la izquierda toca un instrumento inventado 
por él mismo. Se trata de un cubo de basura al revés, un palo insertado
y una cuerda de alambre desde el cubo hasta lo alto del palo.
Es sonido es similar al de un violonchelo. 
Esta original pareja de músicos supieron ponernos a bailar
a todos los espectadores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario