2011/10/20

2011-10-20 Con Anne y Stephen


Tras la dura jornada para llegar hasta Lorient, nos subimos al coche de nuestros anfitriones e hicimos otros cuarenta minutos de trayecto antes de aparcar en la entrada de su casa. Cuarenta minutos de Bretaña profunda y boscosa, de carreteras forestales, de curvas y cuestas, hasta que vimos la magnífica casa en la que íbamos a trabajar. 
Primero nos enseñaron el lugar en donde nos alojaríamos: un molino de piedra gruesa reformado y hecho apartamento. ¡Ai ama! ¡Vaya sitio! No nos podíamos creer que esto tan bueno y bonito pudiera estar pasándonos... El duro día nos ofrecía una recompensa inimaginable. Tenemos una cocinita (con frutas, leche, zumo, café y tés incluídos), un salón con fuego bajo (encendido y repartiendo calor) y una habitación escaleras arriba, justo debajo del tejado. Increíble. Esa noche dormimos como si fuéramos ángeles en las nubes.
Pero a la mañana siguiente nos esperaba una sorpresa aún mayor. El lugar en sí. La noche anterior nos hicimos una vaga idea del maravilloso paisaje en el que nos encontrábamos: la casa tiene un jardín-bosque enorme, un río y varios arroyos que cantan sus aguas, una zona de rocas que se elevan por encima de la casa, robles, pinos, hayas, eucaliptos y bambú... Ni queriendo hubíeramos encontrado este sitio. Este pequeño paraíso nos ha dejado ver una mariposa pavo real, algunas pollas de agua e impresionantes garzas reales...
Y qué decir sobre Anne y Stephen, un matrionio inglés que se vino a vivir tranquilamente a estas tierras francesas, tras haberse jubilado, hace siete años: gente sencilla, risueña y con unos corazones que casi no les entra en el pecho. Nos alimentan que da gusto y no nos exigen demasiado trabajo a cambio; lo que resulta ser un placer... como le gusta repetir a mi amiga Putus "todos obedecen con gusto cuando el que manda es justo". Y en este caso, son mucho más que justos: derrochan generosidad hasta a la hora de currar. 
Por aquí hace un frío que pela... por las mañanas y al atardecer las temperaturas caen, por lo general, hasta los 3-4 grados (el martes comenzó la jornada con un solo grado). Sin embargo, también tenemos suerte con el tiempo, pues en lo que va de semana apenas nos ha caído algún xirimiri que otro, a pesar de todos los avisos que nos anunciaban muchas lluvias en Bretaña.


Nuestro molino-casita.


La gorduna Lilly.


La mariposa pavo real (Inachis Io).


Todo productos autóctonos.


Tomándonos unos cafeles y unos teles en el mercado de Hennebont.


De paseo con la compra.

2 comentarios:

  1. Y como conocisteis a esta parejita ???

    Besos desde Málaga Txoeider !!!

    ResponderEliminar
  2. A través del programa de Internés, Helpex.net. Gente que necesita ayuda de cualquier tipo acoge a otra gente que quiere ayudar a cambio de alojamiento y comida. Puedes encontrar gente por todo el mundo. Y es una forma maravillosa de conocer a gente y mundo sin que haya movimiento de dinero... Una manera muy sostenible de vivir viajando!!

    ResponderEliminar