2011/10/11

2011-10-11 Con los pies en París

Dos horitas de Bangkok a Kuala Lumpur. Trece horazas y pico desde Kuala Lumpur hasta Paris. 13 horazas de aire acondicionado a tope, sin comida ni bebida. Air Asia te pule... si quieres volar a lo "todo a cien" no esperes ni una manta para el exceso de frío artificial... ¡nada! ¡les ha faltado cobrar 3 bahts por usar el aseo! ¡jajaja!
No obstante, nuestra cara de susto a llegado a su estado más vivo, cuando en el aeropuerto de Orly nos han pedido OCHO eurazos para hacer siete minutillos de trayecto... ¡madre mía! ¿dónde estamos?
Pero, bueno, menos mal que en esto del viajar ya estamos hechos todo unos expertos. Nos hemos trajinado el metro de París como nos ha dado la gana, y para las once y media de la mañana estábamos como clavos en Chateau de Vincennes, donde habíamos quedado con Fred. A Fred lo conocimos en Rishikesh... incluso la vuelta a Europa nos recuerda a nuestros comienzos en India. Resulta que Fred tiene un apartametillo en las afueras de Paris, y nos ha invitado a su casa para el tiempo que queramos... ¿qué más podríamos pedir? 
Para coger fuerzas, algo con lo que hemos soñado durante nuestra estancia fuera de Europa: ¡pan y queso! y además, producto francés... creo que mientras masticábamos nuestros dientes castañeteaban la Marsellesa de pura emoción. Todavía hoy no entendemos cómo estos productos no se establecen como norma general en todo el mundo. PAN. QUESO. Y ya puestos a pedir, CHOCOLATE. En fin, sigo siendo de donde soy, asín que hay cosas que no pueden cambiar... 
Y a parte, no hemos hecho gran cosa, porque con eso de la paliza del viaje y del cambio de horario, hemos pasado la mayor parte del día adormilados, y el resto, sin darnos cuenta. A la hora de la cena, Fred nos ha llevado a un garito que está cerquita de aquí, donde sirven comida vegetariana también, y nos hemos trincado una botella de lo que viene siendo otro producto estrella del lugar: VINO del GÜENO. Además, están redecorando el restaurán y tienen una pared en la que la gente puede dejar su poquito de reseña. Y a mí que me vuelven loca los boligrafos... qué decir sobre los rotuladores de punta extra gorda. Les he dedicado una de mis frases preferidas, seguida de algo en euskera (para que se note la cepa)... (por cierto, luego he seguido leyendo por ahí, y algún otro euskaldun ya había pasado por allí... jejeje). 
Por F. Nietzche:


"THOSE WHO WERE SEEN DANCING
WERE THOUGHT TO BE INSANE
BY THOSE WHO COULD NOT HEAR THE MUSIC."

(aquellos que fueron vistos bailar
fueron creídos unos locos
por aquellos que no podían escuchar la música)


Última foto del viaje por Asia...


Primera foto en Europa. 
No se nota pero llevamos encima más de la mitad de nuestra mochila en ropa... 
estos 16 gradillos tras haber vivido los últimos cinco-seis meses 
en una media de 27 se dejar notar en nuestros huesitos.


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