2010/11/26

2010/11/26 Antes de ver el amanecer...

...NOS DEVORA LA OSCURIDAD.

Anoche el señor de recepción, probablemente llamado Rahul como el mismo hotel, no apagó la tele hasta bien entrada la madrugada. Pero teniendo en cuenta de que aquella silla tras el mostrador es a la vez su silla de trabajo, su silla de comer y su cama de dormir, no  me parece justo criticarlo. En fin, que vidas tan diferentes tenemos...
Pasaditas las siete tampoco se puede seguir en cama ya que el bullicio empieza a ser atronador. Nos hemos metido en uno de esos agujeros que hacen de bar en el Main Bazar y nos hemos tomado unos chais para coger un poco de fuerza. Tras la fracasada odisea de ayer de intentar coger el tren para salir de Delhi, nos hemos metido en un ciber para probar por todos los medios posibles conseguir un billete de ida a cualquier sitio. Estando allí hemos recibido la confirmación de otro factor que oscurecía aún más la cosa. Desde la embajada española en Delhi nos comunicaban que aún teniendo el visado de seis meses, solo nos permiten visitas de 90 días seguidos, y de que entre visita y visita deben pasar al menos dos meses. Lo cual significa que no existen visados de seis meses... ¡alucinando con India!
Total, que sin billete y con el visado notablemente menguado, de nuevo, nos hemos dirigido a la estación. Sin hacer caso a los agobiantes acosadores hemos esperado la cola tal y como los indios lo hacen, y con la ficha bien rellenada hemos llegado a la taquilla. La tía, sin sentir ni padecer, al igual que pasó ayer, ha empezado a poner cara de "no-no-no" y nos ha mandado a freir espárragos. Hartos de estar rodeados de cientos de personar sin ninguna gana de ayudarnos sino más bien todo lo contrario, hemos ido a nuestro cuchitril a recoger las mochilas y salir de allí pitando. Gorka incluso se ha planteado salir de la ciudad caminando.
En ese momento se me ha venido el mundo encima. Ya no sabíamos qué coño hacer (sintiendo mucho la expresión)... y es entonces cuando no he podido aguantar las lágrimas, la impotencia me ha superado con creces.
Volvíamos otra vez a la estación, esta vez con las mochilas a cuestas, y hemos divisado a un guiri. Sin levantar los ojos de su espalda hemos conseguido llegar a la oficina donde los turistas deben comprar sus billetes. ¡¡Bendita sea la luz al final del pasillo!!
Mañana a primera hora de la tarde nos marchamos hacia el norte y ¡Dios dirá!

Con Kulwand Singh en el Delhi Sikh Gurdwara, un lugar sagrado.

La Puerta de la India.

2 comentarios:

  1. k buena foto Eidertxu....con tus zandalias ahí dando vida a tus sentidos !!!!

    a disfrutar de cuanto os rodea. mila muxus !!!!

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  2. neuk banekien iparraldean trenean ibiltzeko tiketak bulego berezietan hartu behar dirala. Baina hori ez da India osoan gertaten. Hegoaldean ilara bakarra izango dozue, geuk behintzat bakarra izan genduan.
    Animo, eman aukera, oraindik bere aurpegirik onena erakutsi behar deutsue eta. Dana dan, horretarako hoba hegolderantz jotzea. Iparraldea gogorragoa da.

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