2011/03/22

2011/03/19 Happy Holi !!

Hemos amanecido tempranito en el Snow View G.H. de Dhulikel. Teníamos esperanzas de
que el día naciese claro para poder ver las vistas de las que nos habían hablado, pero nos ha sorprendido lo grisillo del ambiente. Hemos desayunado con huevos fritos, y hemos comenzado la ruta subiendo las interminables escaleras hacia el Kali Shrine. Siguiendo las flechas de Namobuddha hemos llegado, en seguida, a un pobladito en la primera colina que ascendíamos.
Ya nos habían avisado de que hoy se celebraba una de las festividades más importantes de India, Nepal y otros lugares de Asia, así que cuando los niños de aquella aldea se nos han acercado con las manos y las ropas teñidas de rojo ya sabíamos a qué venían, y no nos hemos vuelto locos; simplemente, nos hemos dejado embadurnar la cara y nos hemos despedido alegremente con un "Happy Holi!".
A mitad del camino hacia Namobuddha, un jeep se ha parado a nuestra vera y nos ha invitado a subir. Gustosos.  Hemos llegado a nuestro destino en la mitad del tiempo estipulado, 1h.30´, así que tras visitar la Stupa de este lugar sagrado, hemos decidido alargar la excursión hasta la siguiente etapa que nos proponía la guía que compramos en segunda mano: Panauti, a tres horas de marcha.
Tras, aproximadamente, una hora de reemprender el paso, hemos topado con la primera de una fila de aldeíllas que tendríamos que cruzar. Dos hordas más de jóvenes nos han asediado con globos, cubos y plásticos de agua, y con más polvitos de colores... "Happy Holi! Happy Holi!" y yo contenta con mi cara pintada (Gorka no tanto). Al séptimo u octavo ataque de aguas ya no me hacía tanta gracia. Y Gorka ya  se había olvidado de la cortesía  hacía unos dos o tres ataques, y corría tras los niños como una cabra montesa para darles botellazos (lo único que teníamos a mano).
Hemos llegado a Panauti hechos una pena, cansados, con pintura incluso hasta más allá de la ropa interior y chorreando agua por todas las esquinas. El pueblo y su zona de Ghats, templos y pagodas era muy bonito... pero con las corridas que hemos tenido que pegar para librarnos de aquella batalla campal, y el susto que te da que un bolsazo de agua se estampe contra tu espalda tras haber sido lanzada de los balcones y las azoteas, pues, la verdad es que no hemos disfrutado tanto de su belleza. "Happy Holi, Happy Holi..." y todos con una sonrisa del copón o un pedo muy gordo... Gorka ofendido les protestaba en euskera y corría con la botella en alto tras los niños que huían al contemplar su grandeza; yo, frustrada, y deseando salir de aquel alboroto.
Hemos entrado en la estación de bus  para contemplar que había sido sitiada por una reunión de comunistas viejos. Un señor echaba su charla propagandística mientras nosotros  preguntábamos cuándo saldría el bus para Dhulikel. "Happy Holli! ¡Hoy no hay bus!". En fin, que hemos preguntado por la dirección que teníamos que seguir, nos hemos armado de fuerzas y de nuevo a la pista.
Menos mal que una cuadrilla de jóvenes que iba en moto de aldea en aldea de poteo (bebiendo un poco aquí, otro poquito allí) nos ha permitido viajar con ellos a cambio de pintorrojearnos más lo ya mil veces pintorrojeado. Nos han quitado unos dos kilómetros de trayecto  y nos han dejado el Srikantapur, el último pueblito a cruzar antes de llegar a nuestra ansiada ducha. 
No han dejado de mojarnos y de engordarnos con más y más capas de pintura hasta diez metros antes de la puerta de casa.
Pero ahora ya ha pasado todo. Nos hemos duchado y lavado toooda la ropa que vestíamos mientras nos preparaban la comida, hemos llenado bien el buche y no nos hemos vuelto a mover de nuestra habitación. No hay ni huevos ni ovarios de salir ahí fuera.

HAPPY HOLI!!!












No hay comentarios:

Publicar un comentario