2011/03/06

2011/02/28 Treking a Ranighat

Para ira cogiendo fuerzas para las caminatas de alta montaña decidimos hacernos una excursioncilla de dos días hasta Ranighat. Así que ayer vaciamos una de las dos mochilas, metimos los sacos y tres cosillas imprescindibles, y para las ocho estábamos cogiendo el paso. Llevamos un mapa con el trayecto bien definido, así que no nos fue difícil seguir la ruta correcta. El circuito, en total, tienen 14 km, y 900 m de desnivel. No es que sea muy largo pero el desnivel es importante.
La primera etapa era de descenso, aunque antes del descenso empicado, bajamos y subimos un par de colinas, atravesamos varios "poblados" (tres chocillas con una tiendecilla) y nos maravillamos con las vistas a la cordillera del Annapurna. Increíble documento. Cuatro horas y media más tarde, y las rodillas desgastadas de tanto frenar, arribamos a Ranighat. 
El sitio de llegada es simplemente un palacio a las orillas del Kali Gandaki, construido hace 100-200 años por un ministro que quiso hacer algún chanchullo y fue exhiliado a este bello paisaje. Después, el muy pillo fue exhiliado por segunda vez, esta vez a India. Seguro que estuvo bien allí también.
A parte del palacio hay otras tres chavolas con una tiendecilla y un comedorcillo. Nos hospedamos en una mini-habitación en la que solo cabían tres maderas que hacían de cama, dos velas y un poco de aire. 
Para la etapa de vuelta nos despertamos con el sol y empezamos el ascenso con unos plátanos en la barriga. El camino fue fácil durante las dos primeras horas, en las que atravesamos la garganta producida por un afluente del río arriba mencionado. La última hora fue muy dura, pero nos animábamos pensando en el desayuno que nos esperaba en la meta.



Gorka jugando con los niños.


El Kali Gandaki.


Tansen.






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