2012/04/15

2012-04-15 Por Barcelona

Hace dos días llegamos a Sabadell. Nos quedamos en casa de Marcos, que conocimos en Lakabe, y que con todo su gran corazón nos ofreció su segundo juego de llaves para que nos sintiéramos en casa. Ayer por la mañana, rodamos hasta la Floresta, donde seguimos las instrucciones de un sms hasta llegar a casa de Mari Vic, nuestra compañera de viaje en nuestros comienzos del viaje a la India, quien también nos abrió las puertas de su casa con esplendor y generosidad. Con ella también encontramos a Leila, que conocimos en nuestro paso por Pokhara, Nepal. Un par de horas para amainar la excitación de un primer reencuentro para prepararnos para otro momentazo. 
En otra dirección de la Floresta, Aina y Jairo, que conocimos en Varanasi y coincidimos en Bodgaya, nos esperaban con otro mogollón de amigos suyos porque iban a hacer una calçotada (por cierto, riquísimo invento para la barbequiu). Maravilla maravillosa volver a ver tantas caras conocidas en tierras tan lejanas.
Me faltan palabras para agradecer la hospitalidad de toda esta gente, que nos quiere acoger en su casa. ¡¡Muchas gracias y mucho amor a todas!!


Calçotada a todo trapo.


MariVic y Aina dándole a los calçotes jugosos...


Jairo eta Gorka


One Love. Gracias, Aina.


Hulkito loco entre mucha gente y olores barbacoeriles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario