2011/09/08

2011-09-08 Route 1095, Chiang Mai to Pai, 136 kms, 762 curves

Tres días en Chiang Mai. Nos encanta. Cada vez encontramos más y más cosas que hacer y aprender en esta ciudad. Un destino que no nos importa repetir las veces que haga falta. Tres días que dedicamos a planear nuestro último mes tailandés y asiático. Tras los cuales cogimos un autobús para recorrer la Ruta 1095 hasta Pai. Un pueblito de no más de 3000 habitantes, y casi otro tanto de extranjeros que se han acomodado a la vida de este romántico y bohemio pueblecito multicultural. Vinimos aquí con una idea en la cabeza, pues nos habíamos enterado que de aquí proceden los mejores tatuadores de bambú, y nos encontramos con un lugar en el que es un placer transcurrir el tiempo: ambiente relajado y muy verde. 
Ya el primer día conocimos a Oy, Vemp y Buh, tres autóctonos más simpáticos que mandar hacer. Uno de ellos trabaja en el bar donde nos conocimos, el Reagge Bar, otro hace música en el mismo y el último es artesano de cuero: sobre todo calzado, pero le puede dar a cualquier cosa. 
El segundo día compramos un par de libros de segunda mano, y lo dedicamos a la lectura (hacía muchísimo tiempo que no nos sentábamos el uno junto al otro sumergidos en la lectura); y, por supuesto, pensando y diseñando los que serían nuestros recuerdos imborrables de este viaje de nuestras vidas. Los tatuajes que inmortalizarían esta experiencia; al menos mientras habitemos estos cuerpos.
Y ya hoy, nos hemos acercado a Z-One, donde nuestro artista de los bambu-tattoos nos aguardaba con los diseños perfeccionados y personalizados. Primero yo y después Gorka hemos pasado por su camilla y sus manos expertas. El resultado es maravilloso. Ahora mismo no podemos estar más orgullosos y excitados con nuestros nuevos dibujos en nuestros cuerpos.
¡Felicidad para todos!



Monumento de los Tres Reyes en el centro de la vieja Chiang-Mai.


Alertas en sus puestos de thai-massage, para que el Sunday Market empiece a atraer a los cientos de visitantes y empezar a ganarse el pan.


Uno de los muchos templos de la ciudad.


Puesto de comida en el Sunday Market.


Barbacoa de plátano y chupachuses de arroz.


¡No nos vamos sin probar uno de esos!


En el Reagge Bar con Buh y Oy.


Entrenando a estos curiosos escarabajos rinoceronte en las calles de Pai.

2 comentarios:

  1. ehhh, me encantan los tattos, gorka, por cierto, con ese gorrito de flores, pareces una autentico guiri!!!

    xabi eguren

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  2. Me encanta de ver que vais bien! Enjoy every moment of it!
    Will you be back next May? I'm planning a trip to Spain...
    mila muxu
    Iza

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